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domingo, 14 de septiembre de 2014

César Rico recibe a representantes del pueblo Masai

Fotomontaje  Masais hacia la Diputación para reunirse con César Rico

Por Basilio El Bagauda


Queridos lectores, colaboradores, activistas de alta y baja intensidad, enfadados esporádicos y permanentes, criticones necesarios, trolls impertinentes…, he llegado a tener tal complicidad íntima con todos vosotros que hoy he de anunciar que no tengo “el coño pa´ruidos”. Sí, amigos y enemigos, aunque no lo parezca por el periodo estival que está terminando, tan dado a la haraganería y a la vida disoluta, los miembros y “miembras” de este grano en el culo de Mordor en la Tierra Media llevamos mucho rockn´roll acumulado en nuestras cansadas fibras y yo en concreto tengo ganas de bossa nova, ritmo calentito y tranquilo donde los haya, capaz de desarbolar la retaguardia de un fornido sargento del ejército ruso o habilitar la bisagra oxidada de una monja tejana de las “Comunios”.

Además tengo hoy yo el día nostálgico y me acuerdo cuando mi abuela me decía: ¡Hijo, lo mejor que puedes hacer en esta vida es buscarte un buen patricio, que de
dónde hay mucho algo cae! Y yo erre que erre, que no abuela que estos patricios nos joden en el campo, y los obispos en la ciudad, que vosotros erais más libres y nosotros ya no sabemos ni lo que somos. Aún me acuerdo cuando salí de mi aldeucha, cerca de Osca, y me dije: ¡Que no, que yo con los bagaudas! ¡Qué yo no quiero sembrar una tierra sin que pueda llevarme sus frutos! ¡La tierra es de quien la trabaja! Y allí, en las montañas del Pirineo, me encontré con los míos: sin conocernos rápidamente fuimos todos uno. Y desde entonces Pirineos pa´rriba y Pirineos pa´bajo, falcatazos nosotros, pillum (azos) ellos (que por aquel entonces Ostia era el nombre de una afamada ciudad romana en tierras de la metrópoli). Y de verdad que este verano ha sido muy cansino…


Es por ello que, como sigo conservando el vicio de navegar no sólo por el Hiberus sino también por la red que pirateamos en las tabernae de Caesar Augusta, me encontré hace unos días con la misteriosa visita de una Comitiva Masai procedente de Tanzania al Presidente de la Diputación Provincial de Burgos, conocido por todos ferviente admirador de la Alianza de Civilizaciones de ZP y experto conocedor del África Negra, el patricio César Rico. Este hecho me resultó tan sorprendente que procedí a mover los hilos de los que Burgos Dijital dispone para atar los cabos convenientes y a fe mía que mereció la pena. No espero que me deis las gracias por las verdades que revelaré, y que nadie se ha atrevido a contar, de todo lo ocurrido y hablado en el Palacete “espolonés”.

Pues resulta que a pesar del poco interés suscitado en la ciudad y en sus medios de comunicación de la cita entre representantes de ambos pueblos, ésta va a ser con toda seguridad el punto de inicio de unas relaciones más que prometedoras que pueden sacar a Burgos y a su alfoz del pertinaz letargo económico, político y cultural que aún sufrimos. De tal importancia era el encuentro, que allí se congregaron algunos de los más insignes representantes políticos y empresariales de esta ciudad.

El fuego, como no podía ser de otra manera, fue abierto por Don César Rico que comenzó a glosar las excelencias del pueblo Masai y del propio país de Tanzania, haciendo énfasis en la importancia de esta comunidad en la solidez del Estado tanzano y en su aportación fundamental en la economía a través del sector primario y muy especialmente en la ganadería, ya que como todo el mundo sabe los masai son el pueblo pastor por excelencia. Ahí  es dónde nuestro prócer hizo su primer hincapié, puesto que dejó entrever una gran estrategia comercial basada en el intercambio de productos y servicios en esa actividad con el parabién de los masais allí presentes.

Así  Rico citó concretamente la posibilidad de demanda de sangre de vaca, toros tanzanos y servicios de pastoreo y la oferta de venta de morcillas, pingües beneficios que mejorarían el PIB de Tanzania y la posibilidad de conceder permisos de trabajo a un gran número de nacionales tanzanos.

Ya todo el mundo sabe del fabuloso ritual del corte de cuello y rápida sangría de las vacas tanzanas, por un lado, y la imaginativa mente del empresario de “Embutidos de Cardeña” que busca revolucionar el mundo de la morcilla. Por ello, Don Roberto Da Silva, que allí estaba invitado, desgranó su idea de utilizar sangre de vaca tanzana e importar ingentes toneladas para la realización de una nueva morcilla con la idea de introducirla en toda África a través de agencias de exportación de Castilla y León. Los allí presentes recordaron la desgracia sufrida por la empresa pública ADE Excal al ser disuelta por el Gobierno Herrera con una deuda que por otra parte pagarán todos los contribuyentes castellanos y leoneses, y que bien podría haber servido para este fin. A pesar de ello D. Baudilio Fernández Mardomingo, Delegado Territorial de la Junta en Burgos y cuñado de D. César Rico, explicó que eso no sería problema y ya se buscaría otro “solución”. En ese momento Don Roberto Da Silva agradeció a Baudilio su buen hacer por la desaparición en un cajón de las infracciones instruídas contra su empresa por unos cuantos inspectores díscolos…

D. Baudilio quiso intervenir también para hacer saber a la comitiva Masai su cercanía y simpatía a la realidad africana, y comentó una serie de anécdotas relativas a su profesión de veterinario y a su intervención tantas veces aplaudida como veterinario de la Plaza de toros de Burgos. Incluso recordó su momento de gloria cuando sacrificó su imagen pública interpretando al rey Baltasar en la última cabalgata de reyes celebrada en la ciudad.

Las anécdotas de la plaza de toros le dieron pie a Rico para explicarles otra de las posibles relaciones comerciales con los Masais, muy celebrada por los allí presentes: la posible sustitución, a través de empresarios taurinos de confianza, de los toros de lidia por toros tanzanos. Rico, mirando de reojo al Alcalde de Burgos, D. Javier La Calle, explicó con vehemencia esta innovación de la “fiesta” que dejaría pasmados a todos los aficionados taurinos de España, y que además evitaría que empresarios desalmados no quisieran pagar luego los servicios taurinos del Ayuntamiento como ha ocurrido este año.

Tras esta afirmación D. Javier La Calle trató de convencer a los sorprendidos forasteros de buscar alguna hechicería para quitarle de encima el vudú del que se siente víctima, pues no podía ser una casualidad que, dadas las más que comprobadas dotes de buen gestor que él había demostrado en toda su carrera política, tuviera varios consorcios en quiebra, las cajas de ahorros de la ciudad hubieran sido absorbidas por “bancos extranjeros” justo cuando más las necesitaba la ciudad, los autobuses dejaran de circular, los aviones dejaran en tierra a turistas burgaleses  y la empresa responsable desapareciera, que cuatro desharrapados en Gamonal no le dejaran hacer su proyecto faraónico junto al famoso “La Calle Arena”, y que incluso al Autocid le diera por querer subir a la ACB sin tener la posibilidad de hacerlo por falta de polideportivo para jugarla… Posteriormente pidió disculpas tras comprobar la reacción de nuestros amigos masais que le indicaron que lo del vudú nada tenía que ver con su cultura, y es que La Calle ya se sabe…

A pesar de todo, y para no caer en el derrotismo y esquivar los cuchicheos jacarandosos de algunos de los presentes, el Alcalde recordó que él respondía, como proyecto personal que era, de la salvación de la Plaza de Toros y la construcción de la cubierta mientras lanzaba una mirada cómplice a D. Miguel Méndez Pozo, principal prohombre y emprendedor de la ciudad.

Este fue el turno de D. Miguel que agradeció la invitación y la confianza puesta en él para la obra de la Plaza de toros, a pesar de no ser la oferta más barata. Así mismo, y como correspondía al gran socio capitalista del primer diario de la provincia, anunció que la ausencia de sus empleados allí se debía a la importancia del evento.

D. Miguel recordó con lágrimas en los ojos la época en la que conoció a su delfín, ya alejado el fantasma de su desgraciado e injusto paso por el presidio, y lo bien que encajó en la “Familia”. Hasta el punto de que les acompañaba en viajes de negocios por la Costa Azul, ya que Javi había adquirido una íntima y sincera amistad con su hijo con el que disfrutaba de su compañía. Esa complicidad, decía Don Miguel, había provocado que Burgos se beneficiara de un entorno urbano que daba fuste a la ciudad. Como no podía ser menos la nueva Plaza de toros iba a formar parte de esta afortunada alianza y de ello dio cuenta mientras le hacía ojitos a la Concejala que más puntos verdes había acumulado en el prestigioso Diario, Doña Carolina Blasco Delgado, a la sazón Concejala del área de Desarrollo Sostenible.

Dicen de Doña Carolina que está muy próxima a la candidatura a la Alcaldía pues ya ha demostrado pasar con buen tino por todas las hercúleas pruebas que asigna el PP a todos sus candidatos, entre ellas crear un “chiringuito” cuando fue entre 2007 y 2011 Directora General de Telecomunicaciones e ideó la “Red de espacios digitales de Castilla y León”, utilizada para que los jóvenes de las Nuevas Generaciones tuvieran una buena ocupación para ir “emprendiendo”. César Rico la felicitó en esta cita por su buen hacer al conseguir que la empresa pública SOMACYL se encargue de la construcción del vertedero de Abajas. Al parecer, Ibáñez, siempre tan oportuno en sus apreciaciones, quiso meter el dedo en la llaga apuntando que sería interesante tener algún discurso alternativo cuando la oposición les acusara de negligentes al realizar la obra con una empresa pública que tiene un  pequeño problemilla en los tribunales con una pasarela construida en Benavente con informes negativos de los funcionarios de Fomento. Rico le hizo callar rápidamente, a lo cual Ibáñez se mostró sumiso cual perrillo tras una buena bronca al mear donde no debe.

Por último, y no menos importante, Don César Rico explicó la idea a los masais sobre la posibilidad de conseguir un flujo demográfico de gentes de su pueblo desde Tanzania a las despobladas tierras burgalesas, con lo que se cumpliría por fin, al menos en la provincia, con la última Agenda de la población de la Junta, consiguiendo un buen ratio de densidad demográfica. Por otro lado, y como ya se conoce la laxitud en la contratación de personal en la Diputación, Rico comentó, como al principio, que la Diputación podría ofrecer numerosos puestos de pastor que como a los Masais ya se les presupone buenos pastores, sólo les bastaría pasar por un breve test psicológico de fácil comprensión.

Y ésta es en definitiva la crónica de lo sucedido y que hemos podido comentar de un hecho que pasará a buen seguro a los anales de la historia burgalesa…

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