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sábado, 28 de noviembre de 2015

John Carlin nos ilumina: Liberalismo o Muerte

Imagen de archivo Manifestación en Burgos "No a la guerra" 2003


Por Basilio el Bagauda

Desde la brutal masacre de los atentados en París no se habla de otra cosa y se han borrado de un plumazo todos los asuntos que los medios del “sistema” metían en nuestra vida cotidiana para “obligarnos” a tomar posición. 
Ahora, en este peliagudo asunto, ni si quiera podemos opinar, ya que debemos alinearnos sí o sí a las tesis neoliberales sacándose de la manga una fea y estúpida palabra que llevaba tiempo poblando los espacios de opinión más ultraconservadores con la justificación de una pretendida rebeldía ante lo políticamente correcto: el “buenismo”.

Con ello se busca la identificación perversa y simplista de toda persona que no esté de acuerdo con todas las urgentes medidas que nos quieran imponer los gobiernos europeos, meros peones en el tablero de la OTAN.

Que quede claro, y este es mi punto de vista, que cuando tienes dentro de tu casa a unos cuantos matones fanáticos dispuestos a asesinarte a ti y a los tuyos no te queda más remedio que actuar. No es una cuestión ideológica, sino de supervivencia y, por lo tanto, un@ tiene hacerlo rápidamente con todos los medios a su alcance: servicios de inteligencia, tribunales de justicia y fuerzas del orden. ¡No van a servir siempre para reprimir y acabar subrepticiamente con los opositores a los poderes copados por la burguesía!

Sinceramente no tenía muchas ganas de opinar y aún menos de escribir sobre esto, pero tras leer el enésimo artículo de opinión en la misma dirección y realizado el 23 de noviembre por John Carlin, uno de los columnistas fijos de “El País”, no he podido evitarlo.

Lo titula “¿Por qué no podemos llevarnos tan bien?” y en él hace una crítica demoledora de los discursos mantenidos por el nuevo líder del laborismo inglés, Jeremy Corbin, y por el aspirante a la candidatura del Partido Demócrata americano frente a Hillary Clinton, Bernie Sanders. 
Al parecer a Carlin le han tocado en el reparto a los anglos y sajones en esta nueva batalla dialéctica iniciada por los y las defensoras más acérrimas de las virtudes de las democracias liberales: ésas que consisten en que votemos más o menos cada 4 años a un@s representantes que acaban ejecutando líneas y acciones políticas decididas en organismos supranacionales que no conocen el concepto de “soberanía popular”: la Comisión Europea, el FMI, la OCDE, la OTAN, la Comisión Trilateral o el Club Bilderberg…

El articulista comienza caricaturizando a estos líderes políticos poniéndolos en el lugar de un presidente norteamericano ficticio que apela a la paz y a la bondad entre los pueblos mientras una invasión marciana acaba violentamente con los habitantes terrícolas: se trata de la metafórica comedia estrenada en 1996 “Mars Attacks!!”

Mal argumento elige el creador de opinión cuando, en nuestro caso, quien ataca en nuestras calles no es el bloque tecnológicamente más poderoso, afortunadamente, y, por lo tanto, poco tiene que ver con esos malvados marcianos, sino es porque ambos, terroristas y extraterrestres, sólo quieren hablar un idioma que sólo ellos entienden.

Más bien los marcianos de la peli se podrían comparar a l@s amig@s de Carlin que son los que mienten y mueven todos los hilos, pues el verdadero poder lo tienen ell@s y lo utilizan sin dudarlo. 

Haciendo una comparación anacrónica y alucinada del presidente “buenista” y progre americano sería algo así como el jefe de una tribu indígena americana que se encontrara por primera vez al líder buscavidas procedente de una familia aristocrática de la vieja Europa y que pensara en un agradable intercambio comercial con banquete fraterno incluido, creyendo que los cañones de las armas que portaban eran simples objetos de decoración. ¡¡No somos tan ingenu@s como para pensar en semejante caricatura de cualquier Presidente del gobierno de cualquier nación europea!!

Por otro lado, se nos pide permanentemente que olvidemos las razones de que estos criminales sean mucho más que 4 suicidas dispuestos a inmolarse, que no justifiquemos nuestra negativa a tener un relato único con el análisis de los antecedentes que nos han hecho llegar a esta situación. 

Yo, desde luego, no picaré este anzuelo porque para mí lo sucedido hasta ahora tiene que ver íntimamente con decisiones políticas, económicas y militares que han tomado las grandes potencias para proteger intereses ocultos a la mayoría.

¿O es que acaso tenemos que pasar por alto que el gobierno español y muchos medios de comunicación mintieron impúdicamente para acudir a una guerra con más del 80 % de la población en contra? ¿Es democrático que el pueblo no sea informado, ni si quiera en sede parlamentaria, de los movimientos y los compromisos concretos en los que está involucrado nuestro ejército? ¿Por qué hay una absoluta opacidad en la información sobre la venta de armas? ¿Por qué se mantienen los instrumentos jurídicos que amparan el secreto bancario cuando éste sirve para que los criminales llenen sus alforjas de odio para usarlo contra la población que dicen proteger?

¡Claro que todo tiene que ver! No se trata de una ansiosa obsesión antiimperialista aunque, mal que le pese, la izquierda que acepta valores humanos más profundos que la ideología liberal debe de estar siempre con los más débiles y eso incluye, a escala planetaria, a los pueblos de los países que luchan ante gigantes por defender su soberanía ante la violencia externa.

Aún resulta usted más grotesco y peligroso cuando afirma literalmente que “el problema de ir por el camino de que la culpa la tienen los gobiernos de Occidente es que propone como eje original del mal a aquellos que en el fondo defienden lo que el Estado Islámico desprecia (…): la libre expresión, la soberanía de la Ley y los demás elementos básicos de la democracia que permiten que los Corbyn, Sanders, Podemos, Siryza, incluso el Frente Nacional francés (…) puedan competir en el terreno político (…)”. ¡¡Cómo no habíamos caído antes!! ¡¡Los y las  trabajadoras no nos hemos dado cuenta que todos nuestros derechos y libertades se deben a la burguesía conservadora y liberal!!

Si repasamos la historia comprobaremos que el sufragio censitario fue impuesto por las hordas marxistas en el s. XIX, que la burguesía concedió maravillosas condiciones de vida y de trabajo al proletariado a pesar de las huelgas y boicots que algunos agitadores realizaban y que las mujeres aristócratas españolas se inmolaban en el Retiro de Madrid en los años 20’ para pedir el voto femenino.

Pues mire usted, sr. Carlin. Para mí tengo que las libertades se consiguieron con sangre, sudor y lágrimas, especialmente de l@s más débiles en la escala social, peleando tanto contra aquell@s que de sus privilegios extraían beneficios como con l@s custodi@s de la moral que imponían violentamente conductas y comportamientos. L@s primer@s ya sabe usted quienes son y l@s segund@s se parecen mucho a los islamistas que matan en todos los continentes en nombre de Dios.

Por cierto, también se me ocurre, que puede hablarle a los y las trabajadoras sin ingresos que tanto abundan si pueden expresarse libre y públicamente, como lo hace usted en los medios, si de ello depende poder acceder al trabajo y, por lo tanto, al salario que les permita su supervivencia

Por quedarme en casa, dé una opinión amablemente liberal sobre el hecho de que un trabajador que ha demostrado sobradamente su profesionalidad y su rendimiento no pueda seguir trabajando en un astillero por pertenecer a Izquierda Unida, organización política legal, de esas que gracias a gente como usted puede intentar gobernar como el resto. ¡Qué ejemplo maravilloso de libertad liberal!

Para  terminar, el último valor al que apelan ustedes ahora es la unión: la de todos los países de Europa para disponer de todos los medios económicos y militares en búsqueda de un objetivo común, acabar con el Estado Islámico, y en última instancia de tod@s l@s europe@s para que sean comprensiv@s ante la posible extensión de estados excepcionales como los que ya sufren franceses y belgas.

Burgos 2003

Ahora l@s liberales, que gobiernan con mano de hierro la Comisión Europea, si quieren la empatía de todos los habitantes de la Unión, fraternidad que van a tener complicada cuando han sido agitadores, desde el inicio de la crisis provocada, del discurso del frentismo: países trabajadores frente a países vagos y desidiosos (los “PIGS” nos llamaban); maravillosos emprendedores frente a funcionari@s acomodad@s; sociedades responsables frente a derrochadoras; trabajadores luchadores frente a individuos antisociales cuya precariedad se merecen.

La unión, en definitiva, será necesaria por una sencilla razón que usted apunta al final: la muerte, como la violencia integrista, no preguntasi eres de izquierdas o de derechas, progresista o neoliberal, imperialista o antiimperialista” y, apunto yo, rico o pobre. Cumplirá su objetivo sin prejuicio y sin piedad.

La pena es que la pobreza no nos alcanzara a todos por igual, como la muerte. Quizá sería la única manera de que nos uniéramos para evitarla y el debate sobre la superioridad de nuestros pensamientos socioeconómicos no serían más que tertulias de bar.

P.D.- Querido John, cuídese de consultar mañana con su asesor de banca privada. No vaya a ser que el fondo financiero que tan bien le renta, esté financiando alguna actividad terrorista sin que usted lo sepa. Que ya se sabe que la “mano invisible” de la competencia la carga el diablo.

1 comentario:

  1. Quedan impunes loš criminales qué provocan estos terrorismos. Ahí están loš criminales de lesa humanidad Bush, Blair y Aznar. El Tribunál de la Haya, debería haberles juzgado ya. De acuerdo contigo en todo lo que dices. Yo no entro en este macabro juego de asesinos que pergeňan guerras mientras engrasan las maquinarias que las llevan a cabo. No cabe mayor cinismo. No voto a nadie. Vivo en un.país cuajado de delincuentes que gobiernan. Y loš que pretenden el poder, están como locos por tirar bombas. Asco da ver este titirimundi de hipócritas y vividores. Mi respeto y admiración por tu trabajo, Basilio. Un abrazo largo, amigo. VALLEJO

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