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viernes, 26 de febrero de 2016

Miguel Méndez Ordóñez participó en IZEN INNOVACIÓN junto a David Marjaliza y otros implicados en la PÚNICA

Izen Innovación S,L, en Avda Reyes Católicos 8 de Burgos
Por Lucas Mallada

Miguel Méndez Ordóñez, hijo y sucesor del conocido empresario burgalés Antonio Miguel Méndez Pozo, aparece como consejero junto a personas como David Marjaliza en la empresa: IZEN INNOVACIÓN S.L.

Ya en 2005, este empresario y heredero de los negocios de la construcción de su padre[1], estuvo relacionado con un viaje del entonces concejal de urbanismo Javier Lacalle y algunos técnicos municipales a la Costa Azul. Viaje pagado al parecer por el propio Méndez Ordóñez. Este asunto fue denunciado en la Fiscalía como indicio de delito, pero la Fiscalía de Burgos no pareció observarlo a pesar de que se relacionaba con la adjudicación de la obra túnel de la calle Islas Baleares. Más aún Miguel Méndez Ordóñez se jactó públicamente de la hazaña, prometiendo repetirla al año siguiente.

            El historial del consejo de administración de esta sociedad (IZEN INNOVACIÓN) es de gran interés. El 24 de feberero de 2009 fue nombrado administrador único de la sociedad, Miguel Méndez Ordóñez, hijo de Antonio Miguel Méndez Pozo, pero el mismo día, cesaban como consejeros los siguientes individuos:
1. David Marjaliza (ahora en prisión y colaborando con la Justicia)

2. Victor Manuel Clemente Alonso, nombrado el 27 de septiembre de 2007 y que cesa en el 15 de octubre de 2012. También ha estado en los consejos de administración de más de una docena de sociedades, todas muy interesantes, vinculadas a desarrollos urbanísticos de la Comunidad de Madrid.

3. Agustín Clemente Alonso (con toda seguridad hermano de Víctor Manuel)

4. José Miguel Físico Cabañas, director de inversiones de CCM Corporación cuando la Caja de Castilla la Mancha estaba presidida por Hernández Moltó y, por ejemplo, se prestaron más de 200 millones de € a implicados en la operación Malaya.

5. José Antonio Alonso Conesa, también detenido e imputado en la operación Púnica, exalcalde de Cartagena con el PSOE. Acusado por cohecho y malversación.

6. José Luis Rodríguez Romo, que fuera Director General Adjunto con el imputado Hernández Moltó, (recientemente condenado a penas privativas de libertad)

7. José Luis Capital Gallardo: mencionado en el sumario de la Operación Púnica, próximo a David Marjaliza.

8. Pedro Gómez Blázquez: propietario de varias empresas vinculadas con el urbanismo, como por ejemplo Burgoespacio 2000 que dispone de alquileres en Burgos. Sin embargo, centró su atención, sobre todo, en el área madrileña, siendo Gerente de Getafe Norte, a pesar de ello, sus empresas ganaban constantemente concursos en otros municipios próximos como Parla.

Por otro lado, en las fechas en que los citados  formaban parte del consejo de IZEN INNOVACIÓN S.L., también eran consejeros el citado hijo de Antonio Miguel Méndez Pozo y la mercantil RÍO DE LOS AUSINES, S.L., propiedad de éste último y el propio Victor Manuel Clemente Alonso.

            La empresa IZEN INNOVACIÓN S.L., tiene su domicilio social en la Avenida Reyes Católicos, 8, entreplanta, de la ciudad de Burgos, y aparece con un capital social de un millón cuatrocientos mil euros. 
En la actualidad Miguel Méndez Pozo campea solo, como único representante de la empresa, siendo el Administrador Único la sociedad ALQLUNIA 27 SL, tras la que nos encontramos al Grupo Río Vena y al propio Miguel Méndez Ordóñez.

            Los orígenes de la fortuna y el poder de la familia Méndez están trufados de relaciones peligrosas, pero en la madurez y en el tránsito a los sucesores, parece que los viejos hábitos se mantienen por los herederos del Clan. 
La diferencia quizá está en que un advenedizo pudo pasar más desapercibido dando arteros codazos a la competencia para abrirse camino en el Burgos desarrollista de finales de los 70 y principios de los 80. Sin embargo, los príncipes herederos de familias que quieren aparentar nobleza de cuna tienen más focos sobre sus acciones, y parece que también menos cuidado...




El presidente de la Junta de Castilla y León con Méndez Pozo  Efe / Brágimo
[1]     Antonio Miguel Méndez Pozo fue condenado en 1992 por falsificación documental a pena de prisión, en el conocido Juicio de la Construcción. 
Hecho que no le ha impedido seguir haciendo negocios con Administraciones Públicas y codearse con algunos políticos y representantes públicos que tienen obligación de velar por el patrimonio común.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Mafiocracia en Burgos (I)

Por Carolina R. Tenaz

En Burgos manda la mafiocracia.  El poder, bajo unos rituales democráticos, lo ostenta y ejerce una oligarquía de una casta hereditario-empresarial que la parasita y la subyuga.  Una de las pocas cosas positivas de la actual situación es que cada vez más gente empieza a despertar del sueño del simulacro democrático en que vive nuestra ciudad desde la Transición.  Los plenos del ayuntamiento aparecen cada vez con más claridad como un teatro de títeres en donde se vota lo que otros ya han decidido en despachos donde se reúnen personas que nunca se han presentado a unas elecciones.  Los alcaldes recientes de Burgos siempre han estado al servicio de la casta económica de la ciudad pero ninguno como Lacalle ha depreciado tanto este cargo público.  La crisis y unos tiempos revueltos han dejado al aire las nalgas de la incapacidad y bajeza de Lacalle.  El que será recordado como el peor alcalde de Burgos, se ha comportado sin  rubor como un pelele en manos de los capos del ladrillo. Sumiso con el poderoso, y autoritario con la ciudadanía, Lacalle cuyo cargo le debería llevar a ser principal defensor de la ciudad, se ha acomodado bien a la labor de miserable testaferro de nuestra insaciable casta extractiva.

Sede de DB y PROMECAL desde donde se hace apología de la corrupción
Si en la UBU hubiera algo de vida inteligente y menos cantante de bienaventuranzas alguien hubiera propuesto el estudio de la casta en Burgos desde la creación del polo de desarrollo.  El  Burgos de hoy y su configuración no es hija de la Transición, sino de la creación del polo de desarrollo.  La casta dirigente actual esta compuesta por los herederos de los industriales y constructores que medraron en Burgos antes de la muerte de Franco.  Cuando la feliz noticia llegó a Burgos la cosa sí que estaba atada y bien atada.  Burgueses, la prensa, en especial DB, y jerarquía eclesiástica, tenían en su mano todos los ases para que la llegada de nuestra depauperada democracia no fuera nada más que una maniobra lampedusiana.  Algo cambió para que en el fondo nada cambiara y José María Peña fue la personificación de todo esto.  El niño mimado del franquismo, quien fuera gestor desde 1967 del polo de desarrollo, fue el primer alcalde votado, que no democrático, de Burgos.   

Peña convirtió a Burgos en la vanguardia de la corrupción en España.  El que fuera condenado junto a il capo  en el juicio de la construcción de Burgos, y posteriormente indultado por el gobierno de Aznar trabajó bien al servicio de los  señores feudales de la ciudad.  Gracias a él los burgaleses de los 80 y los 90 teníamos que pagar las viviendas más caras de España, sólo por detrás de Madrid, Barcelona, y Bilbao.  En Burgos, además de impuestos legales como el IBI, se pagaba y se sigue pagando un impuesto de corrupción, piovra y pernada a los señores del ladrillo.  Nuestra ciudad ha sido la pionera en montar y normalizar un  establecimiento de impuestos al margen del estado que evoca al siciliano.   Las familias que accedían a una vivienda en los 80 y 90 tenían que trabajar años enteros para pagar el sobrecoste de los precios de la vivienda en Burgos.  Los beneficiarios principales eran los señores del ladrillo, los capos, aunque también las cajas hacían negocio a base de engordar las hipotecas.   Como en Sicilia o Nápoles los burgaleses se veían obligados a pagar un impuesto por un derecho que debería haber sido garantizado por la constitución y unos poderes públicos que sin embargo estaban al servicio de esos señores del ladrillo.   El que alguien pagara una parte del piso en B, a la manera de Bárcenas, ha sido algo tan habitual en Burgos como la morcilla, y el que los familiares de muchos constructores tuvieran en propiedad pisos de protección oficial subvencionados con el dinero de todos también, por citar solo dos casos.  Esa temática se podía oír con el volumen con el que rezan las viejas en las conversaciones y situaciones más variadas: en las pescaderías, en los mercados, en los bancos públicos, o en el rellano de las casas.  Normalmente entre pocas personas, y bajando el tono de la voz, en el caso de que se acercara alguien desconocido porque los señores feudales exigen además de sacrificio fidelidad sin límites:  la omertá.   Esa misma omertá, ese silencio cómplice con el que según Bárcenas fue recompensado con 190.000 euros al entonces alcalde José María Peña.

La secuencia de alcaldes de Burgos da cuenta de que, lejos de combatir la mafiocracia impuesta por Peña San Martín, la insignificancia, nulidad y decadencia de quienes han ocupado el cargo, ha favorecido su consolidación.  Sin embargo nadie como el actual alcalde y su banda sintetizan la servidumbre hacia il capo, y sus adlárates.  Nadie como Lacalle, aquel torpe estudiante de derecho, ha postrado de forma tan poco delicada los intereses de la ciudad a los de su mentor y amo.  Nunca en los últimos setenta años Burgos había estado en un riesgo de ruina como el que hoy amenaza a nuestra ciudad.  Ese es el efecto natural cuando un ser vivo no puede sacudirse a los parásitos que viven de ella.  No hay progreso común en la ciudad dónde los alcaldes trabajan al servicio de saqueadores.  La ruina es el único camino cuando los cargos públicos funcionan como Caballos de Troya del capo, traicionando a la ciudadanía a la que juraron servir. 

martes, 5 de agosto de 2014

Cristino y las cristinadas como síntoma

Por Carolina R. Tenaz.


Atenas, Florencia y otras ciudades pueden comprenderse a través de sus escultores.  No es casualidad que Fidias, el escultor del Partenón coincidiera con Pericles en el siglo de oro ateniense, ni que Miguel Ángel arrancara junto a los Medicis el Renacimiento en la ciudad toscana.  Ambos escultores apoyados por mecenas dignos de tal nombre son la concreción plástica de la efervescencia intelectual, social e incluso espiritual de sus civilizaciones.  Sus obras son indicios que condensan y sintetizan el sentir de la sociedad que las engendra, convirtiéndose en los iconos de la democracia ateniense, en el caso del griego y del Renacimiento italiano en el del toscano.  Iconos, en definitiva, de épocas de esplendor y grandeza.  

¿Gota de sangre?
¿Criadilla de Elefante?
Emblema de los donantes
de sangre.
Trasladando esa tesis al Burgos contemporáneo, obtenemos la desoladora certidumbre de hallarnos en unas coordenadas espacio-temporales detríticas, pues no cabe duda que el escultor de cabecera de la ciudad no es otro que el sin par... Cristino Díez.  Podemos constatar que Cristino no es un mal síntoma sólo por la proliferación sin recato de obras escultóricas de mal gusto y peor ejecución.  Además es junto con su amigo y compañero José María Peña, condenado por corrupción urbanística y posteriormente indultado, la persona que más tiempo ha ocupado el puesto de representación en el Ayuntamiento de Burgos.  Este personaje, que hoy dormita plácidamente en los plenos del ayuntamiento, en el siglo XX llegó a ser incluso concejal de cultura.  En la ciudad hay quien afirma, no sabemos con qué intenciones, que ha sido tan buen político como artista, y que además domina con la misma fluidez el castellano, el inglés y el francés.  Con estos antecedentes, parece evidente que algo huele a podrido en Burgos.  
Monumento emblema de la OTAN
Monumento al derramador de sangre ajena.

Monumento al donante de sangre

Hasta que Lacalle volviera a amenazarnos hace apenas una semana con plantar una nueva cristinada, esta vez en una rotonda de Villalonquéjar,  el ayuntamiento había sido especialmente punitivo con Gamonal y sus inmediaciones, donde se concentran la mayoría de sus obras perennes.  La primera de la que tengo memoria es la del "Monumento al donante de sangre".  Esta agresión a Gamonal fue perpetrada gracias a la ayuda de numerosos empresarios de la ciudad, que curiosamente se han cuidado mucho de promover el arte del prócer burgalés en sus respectivos barrios.  A mí siempre me ha recordado al emblema de la OTAN.  Lo cual tiene su gracia porque mientras aquí es un homenaje a los donantes de sangre, en Bruselas lo es para los que la derraman.  La escultura es una recreación personal del emblema de los donantes de sangre, que está constituido por una cruz azul y una gota roja que cae.  Lo que más me sorprende de este monumento es que por las dimensiones esa gota de sangre tiene toda la apariencia de una criadilla de brontosaurio.  El truño metálico es de considerables dimensiones  vendida al peso nos podríamos quitar un pico de la deuda de la ciudad..  


Juan XXIII. El papa bueno...
La segunda de las obras perpetradas en Gamonal por obra y gracia del ayuntamiento de Burgos es la del busto de Juan XXIII.  Como hemos señalado una de las cualidades de Cristino es la regularidad.  Ya hemos dicho que en la ciudad se le considera tan buen político como escultor  Gracias a esta obra descubrimos además que Cristino domina con la misma destreza el arte abstracto y el figurativo. No era fácil conseguir que el conocido como "El papa bueno", famoso por su imagen risueña y campechana inspirara miedo.  Cristino, no solo lo consigue,  lo borda.  Hay una leyenda urbana que dice que  las mamás de Fátima y Lavaderos amenazan a sus hijos si no se duermen  o no comen la fruta no con el coco u otro personaje de ficción, sino con la imagen de Juan XXIII que Cristino modeló.   Nadie como él para inspirar pavor.   La primera vez que lo vi, dudé.  No sabía si se trataba de Torquemada o  Urtain disfrazado de papa.  Luego leí lo que viene en el pie del busto y me sacó del error.   
Aunque parezca mentira "esto" es un homenaje
a las víctimas del Yak-42.




En esta legislatura Cristino ha gozado de tiempo libre, pero para nuestra desgracia no ha desaprovechado el tiempo.  Además, como casó bien y medró mejor hace las obras gratis.  De este modo ensucia la ciudad y además hay quien aún se lo agradece.  La tercera cristinada plantada en la ciudad es el monumento situado en las inmediaciones del Centro Comercial Camino de la Plata.  Se trata de un homenaje a los militares muertos en el accidente aéreo del Yak-42.   Las familias de esos militares  fueron humilladas vilmente por Federico Trillo, ministro de defensa del Aznar quien asignó los restos mortales frívolamente al pito pito. Formalmente la escultura me parece un completo desatino.  Para empezar porque si se quiere hacer un homenaje no se hace una escultura en medio de una rotonda.  Tiene toda la apariencia de tratarse de un delirio cristiniano  de Ciencia Ficción.  Al verla no puedo evitar pensar en una especie de amenazante artrópodo alienígena.   

En todo este asunto hay margen para la esperanza.  Los tiempos están cambiando, y  lo que está a punto de nacer tendrá que hacer una relectura del régimen que ahora fenece. La proliferación de obras de Cristino el"Sardinas" no es, aunque a veces lo parezca, el anuncio del apocalipsis, sino la mejor evidencia de la arbitrariedad y corrupción moral en la política en general, y en el  gobierno del espacio público en particular.  Son el síntoma de una ciudad en crisis de valores éticos y estéticos.  Las obras de Cristino están sujetas a consideraciones subjetivas, como las expuestas aquí, pero su proliferación no.  Mientras en la ciudad hay otros artistas a los que sistemáticamente se les niega exponer en el espacio público, Cristino, se vale de su complicidad con el poder para plantar sus truños en el espacio público de las víctimas de la corrupción.  Las estatuas se eliminan con la misma facilidad que se perpetran. Los nuevos tiempos deberán limpiar la ciudad de los símbolos de la corrupción y la mediocridad y sustituirlos por otra iconografía que represente la limpieza, la honestidad, y la esperanza de ese renacimiento que ya se anuncia.