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miércoles, 16 de diciembre de 2015

La Junta de Castilla y León acumula más de tres meses de retraso la dotación de equipos informáticos en FP y FP Básica

Por CGT Educación Castilla y León



LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN ACUMULA UN RETRASO DE MÁS DE TRES MESES EN LA DOTACIÓN DE EQUIPOS INFORMÁTICOS PARA FP Y FP BÁSICA EN 52 CENTROS DE LA COMUNIDAD 




La Consejería de Educación de Castilla y León aprobó el pasado 12 de febrero de 2015 la partida presupuestaria para dotar de equipos informáticos a Centros Integrados de Formación Profesional y Centros de Educación Secundaria que impartían FP Básica y Ciclos Medios y Superiores de FP en la Comunidad. 

La dotación presupuestaba 704 ordenadores, de los cuales 164 eran de altas prestaciones. En junio la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León anunció en una nota de prensa “a bombo y platillo” su extraordinaria inversión en FP Básica y FP, que suponía un total de 474.000 euros. 
Lo que en ningún momento aclaró es que esta dotación estaba cofinanciada por el Fondo Social Europeo, inserta en el Programa Operativo de Empleo, Formación y Educación. FSE que se desarrolla entre 2014-2020. En propias palabras de la Consejería de Educación de Castilla y León: 
Para poder comenzar el curso escolar tanto en el segundo curso de la Formación Profesional Básica, como en los nuevos ciclos de FP previstos para el 2015-2016, la Consejería de Educación ha considerado necesario complementar el equipamiento de los centros que imparten estos niveles educativos. 

En especial, la Administración educativa autonómica ha estimado que era imprescindible mejorar la dotación de ordenadores, con especial urgencia en aquellos estudios cuyo contenido es esencialmente digital, tales como los ciclos de informática o de imagen y sonido, entre otros. 

Desde CGT Educación Castilla y León denunciamos que ninguno de los 52 centros al inicio de curso había recibido los ordenadores. Esto ocasionó graves problemas de gestión y organización en los centros, ya que no podían impartir con normalidad las clases, pues no contaban con los recursos prometidos. 
Es más, reconocía la Consejería que había priorizado en la distribución a los ciclos y centros más necesitados en recursos informáticos. Ante esta situación CGT se puso en contacto con las diversas Direcciones Provinciales que en la mayor parte de los casos culpó a la empresa adjudicataria por ciertos problemas en la distribución del material. 

El retraso en la distribución no era una cuestión de días o semanas, se ha prolongado durante meses. Con un tercio del curso escolar a punto de concluir, este asunto no ha sido solventado con la premura y la solvencia que se exige a una Consejería, que no ha hecho otra cosa que escudarse y justificarse tras los problemas de una empresa que no consta en las licitaciones de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. 

Desde CGT pedimos en primer lugar que los recursos para los centros estén disponibles al inicio del curso escolar con el fin de no interferir de ninguna manera en la organización y puesta en marcha del curso académico; en segundo lugar, exigimos transparencia tanto en las licitaciones a empresas privadas como en la gestión de las partidas económicas que provienen del Fondo Social Europeo, ya que la Consejería de Educación no desglosa los créditos europeos que recibe en inversiones o medidas concretas, se limita a englobarlas en objetivos genéricos que en ningún modo aclaran dónde terminan esos fondos; en tercer lugar, reivindicamos que la Consejería actúe con la eficiencia que se espera de una institución pública y no permanezca como en este caso inactiva, incapaz de dar respuesta a una situación que afecta a 52 centros de la Comunidad, eludiendo responsabilidades y esperando que un asunto tan grave pase desapercibido y se solucione por sí mismo. 

Debemos por último destacar, que desde que CGT empezó a denunciar la situación de los centros y a indagar en qué estaba ocurriendo con esta dotación informática, entonces y solo entonces la Consejería a través de sus Direcciones Provinciales empezó a tomar medidas para remediar parcialmente la situación creada, casi tres meses después del comienzo del curso 2015-2016.

sábado, 3 de octubre de 2015

Consecuencias del sacrificio griego: Las entrañas huelen mal

CONSECUENCIAS DEL SACRIFICIO GRIEGO: LAS ENTRAÑAS HUELEN MAL
Por Juan Argelina

Tsipras ha sacrificado las energías utópicas del pueblo griego. En un momento en que, con todas las adversidades de frente, el pueblo griego se volcaba con Syriza, dándole un apoyo del 62% en el referéndum convocado para dotar de legitimidad democrática a su oposición a las políticas de asfixia económica impuestas por la UE, Tsipras ha sacrificado a su pueblo, y le ha desarmado, y junto a él, a todos nosotros. 

Históricamente, no es la primera vez que ocurre. El poder es un campo minado. Es el terreno de Mefistófeles. Se firma el contrato con sangre, y, sin leer la letra pequeña, nos damos cuenta de que al final del camino está la entrega de tu alma. 

Varoufakis dimitió tras haberse creído Teseo contra ese Minotauro, comedor de carne humana, que identificaba con el gran monstruo del mercado financiero internacional, representado por la Troika, mensajera de los dioses de Bruselas y Berlín. Pero la Troika no murió. 
El hilo de Ariadna se rompió, y el pobre ministro de economía griego se quedó enredado en él dentro del laberinto de la Comisión Europea. Él también hubo de ser sacrificado. No había tiempo para más teatro.

Desde que Syriza ganara las primeras elecciones de enero de 2015, la posición del gobierno griego parecía heroica. 
Todos los que habíamos seguido el problema de la situación económica griega desde su entrada en la UE, allá por 1981, sabíamos que todo era una ficción, al igual que el famoso milagro español. La burbuja inmobiliaria y la corrupción campaban por sus respetos, mientras nadie se preguntaba por la extraña facilidad con que circulaba el dinero. 
Cada visita a Grecia era para mí una constatación de la realidad incómoda de lo que vendría. Ambos casos, el griego y el español, compartían similitudes, aun cuando sus niveles de renta y productividad fueran bastante desiguales. El imaginario cuerno de la abundancia acostumbró a la población a mirar por su interés a costa del bien común, destruyendo el sentido comunitario de la vida ciudadana. Políticos corruptos, animados por la banca extranjera, creaban la ilusión de un clima de confianza y crecimiento, cuando la verdad era que la deuda aumentaba a un ritmo galopante. 
Hoy, en España, las infraestructuras millonarias, convertidas en ruinas arqueológicas, deben venderse a precio de saldo (véase el caso del aeropuerto de Ciudad Real, adjudicado a una empresa china por ¡¡¡10.000 €!!!), y en Grecia el mismo Tsipras, antes combativo contra la austeridad, y dispuesto a mantener la dignidad del pisoteado pueblo griego, debe ahora seguir los dictados europeos, y realizar un plan de privatizaciones sin precedentes. 
El diario digital Ekathimerini nos ilustra: Antes de las elecciones de enero se estaba construyendo un puerto deportivo por valor de siete mil millones de euros. Tras la victoria de Syriza, la construcción se detuvo. Sin embargo, "ahora, en un intento de conseguir un tercer rescate europeo, y evitar el hundimiento de la economía griega, el gobierno ha dado un giro de 180º al solicitar que se acelere el proyecto, además de vender activos públicos, y permitir que las constructoras privadas sean las que edifiquen viviendas de protección oficial con el objetivo de obtener dinero y contribuir así a reducir los 320.000 millones de euros de deuda pública, y a devolver el dinero que le han prestado los países europeos para reflotar los bancos en dificultades". Bancos en dificultades no sólo griegos, sino también franceses y alemanes. Pero se trata de un préstamo imposible. 
Muchos creerán que los derechos de los acreedores son legítimos, pero sin duda alguna, se trata de un auténtico robo.

Volvamos al caso del puerto deportivo para comprender con un ejemplo la naturaleza del problema: Se estaba financiando con dinero público como parte de la celebración de las olimpiadas del 2004, aunque luego no se volvió a utilizar. 
Ahora hay muchos inversores, árabes y chinos, que lo quieren comprar (¿no recuerda esto algo sobre nuestras infraestructuras en saldo?), y al final el gobierno griego va a percibir cerca de novecientos millones de euros por un arrendamiento de 99 años. 
Esto ha provocado lógicas reacciones: el gobierno griego está vendiendo activos por debajo de su precio de mercado, y es seguro que su privatización no sólo hará disminuir la seguridad laboral, sino que transferirá la riqueza a una élite adinerada. 
Justamente lo que ocurría antes de la llegada de Syriza. 
El gasto y la deuda son siempre para la ciudadanía, mientras que los beneficios lo son para los bancos y los inversores. Así es como se hacen las transferencias de riqueza. Se invierte con dinero público y se vende a inversores privados a precio de risa, mientras los ciudadanos ven como sus deudas aumentan día a día, ante la pasividad general. 
Y si esto sigue así, ¿para qué ha servido el referéndum? Hagan lo que hagan, vendan lo que vendan, nunca será suficiente para pagar su deuda, y mientras el rescate obtenido no les deja respirar, y el sufrimiento del pueblo no deja de aumentar, en un futuro próximo parecerá inevitable lo que Tsipras había intentado impedir: la salida de Grecia de la zona euro. Si hubiera actuado con coherencia y hubiese dimitido antes de asumir las condiciones europeas, corresponsabilizándose con su pueblo, una vez que viera inevitable su derrota ante la Comisión, no nos hubiera dejado la amargura de presenciar estas"tristes" últimas elecciones, como las definió Varoufakis, en las que volvió a ganar, pero ya sin la esperanza puesta en solución alguna que no pasara por el autosacrificio de sus votantes. 
Pienso que no podemos justificar a Tsipras y al mismo tiempo criticar a Zapatero cuando emprendió sus medidas de austeridad y modificó, junto al PP, la Constitución, saltándose las mínimas premisas democráticas. 
No sé si es peor siquiera animar la confianza de todo un pueblo y presentarse ante él como un nuevo Prometeo, para después encogerse como un insecto ante el fuego, y olvidarse de las causas que le llevaron a dirigir el poder. 
Un poder ahora tan menguado, que más parece un virrey colonial que un auténtico representante del pueblo. Pablo Iglesias le calificaba de "león", mientras le apoyaba en los mítines de la campaña electoral. ¿Es esto lo que nos espera?

No me siento bien hablando de Grecia. Me duele y me quema por dentro. Los Estados ahogados por las deudas han certificado el fin de la democracia, y como decía Susan George en su Informe Lugano, "si la democracia es la primera de las ficciones, el concepto de "derechos humanos" es la segunda". 
A partir de ahora ¿quién se tomara en serio el artículo 25.1, que dice que "toda persona tiene el derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez u otros casos de pérdida de sus medios"? Las necesidades primarias se han convertido en utopías, y ahora que los refugiados llaman a nuestras puertas, estamos obligados a replantearnos la realidad en la que vivimos. 


El sacrificio del pueblo griego se ha consumado, y la lectura de sus entrañas no es nada favorable para el futuro. Mientras algunas de sus islas se inundan de refugiados, otras son vendidas a multimillonarios: Warren Buffett compró la de Agios Thomas por quince millones de euros, y Johnny Depp la de Strongylo, por 4,2 millones. Lo peor de todo es que todo esto no servirá de nada para aportar liquidez a la maltrecha economía griega. Y mientras tanto, el país se deshace de todos sus activos, repartidos entre campechanos y sonrientes magnates, los mismos que (Goldman Sachs a la cabeza) falsearon sus cuentas y animaron a los griegos a seguir una política suicida. Seguramente veremos en el futuro cómo se vende también la Acrópolis a precio de saldo, y así caerá el último símbolo del origen de nuestra democracia.

Aún así seguiremos cuestionando el fin de la historia. Los alardes de fuerza del neoliberalismo se estancan en la ausencia de una auténtica reconstrucción social, lo que derivará en la ineficacia de su propio modelo. 
La concentración de la riqueza en un número cada vez más reducido de multimillonarios y el aumento consiguiente de las desigualdades a nivel planetario, solo puede suponer el crecimiento de las tensiones globales y el colapso económico. Nos encontramos ante la misma opción que Neo ante Matrix: si toma la píldora roja que Morfeo le ofrece, se quedará en la alucinación del País de las Maravillas. Si toma la azul, despertará y comprenderá la realidad que se esconde tras esa alucinación. 
Por desgracia, ya nos hemos tragado demasiadas píldoras rojas. El esfuerzo que supone abrirse al pensamiento crítico parece lento y arduo pero necesario, ya que implica no aceptar el discurso del poder, asumir la amarga verdad, y desenmascarar las mentiras de nuestros dirigentes. Sólo así podremos avanzar hacia un cambio real.


viernes, 2 de octubre de 2015

Cuando la seguridad ciudadana deja de servir a los ciudadanos



Por Carles Giménez

Es ya una vieja excusa conocida, un justificante del beneficio, una especie de concesión económica a la opinión pública (cuando las circunstancias son difícilmente justificables) el esgrimir por todo lo alto el llenazo hotelero de la ciudad que suponen eventos de todo tipo, incluso algunos molestos, o incluso algunos generados por la soberbia de un alcalde y la justificación de los actos de una mafia de la construcción en la imposición de obras faraónicas esencialmente cuando están pagadas por los contribuyentes. 
Sí, estoy hablando de aquél llenazo hotelero que se esgrimió desde las oscuras páginas del boletín de Promecal en el que se alabó la afluencia de antidisturbios que se necesitaron para… ¿cómo decirlo? imponer el orden y que bajo ese orden ya se pudiesen imponer también (no es cosa ya de los agentes) los abusos de poder por parte del consistorio sobre el barrio.

Además de estos beneficios económicos con los que se pretendió justificar una actuación de fuerza desmedida contra la propia población de Burgos (por cosas similares fuera de la OTAN y especialmente en Oriente Medio eres invadido por las fuerzas de Estados Unidos y el Mosad con gran rapidez) uno llega a preguntarse, ¿cuál es la delgada línea que separa la actuación de funcionarios de seguridad pagados por nosotras para proteger y mantener el orden entre eso y pasar a mantener el orden para que los intereses de un grupo cerrado de dirigentes se desenvuelvan bajo la permanencia de una desmedida apariencia de control e incluso del miedo?

Si analizamos que el uso del pánico y del miedo, sin hablar del término “terror” ya demasiado politizado e inocuo de su verdadero significado, cuando nos encontramos en una situación con un grupo armado con pistolas y escudos frente a civiles desarmados ¿qué diferencias encontramos cuando sirven para el mantenimiento de un orden social o cuando sirven a un orden que al mismo tiempo beneficia a la expansión de la corrupción urbanística?
¿Pueden los escudos, la apropiación sistemática de una bandera, los santos patrones, los estautos y mandatos sobre papeluchos dotar ya no de legalidad (no vamos a discutir la ley) pero sí de legitimar moralmente a un grupo armado sobre la población civil a estas alturas en España (mientras el ministro de Interior se reúne con criminales imputados)?

Porque si se tratase de otra circunstancia, en el caso del conflicto del barrio de Gamonal ¿qué llevó a los agentes a detener entre otros a personas inocentes que no formaban parte de la protesta? Unas detenciones sin control no ayudan a mantener un orden sino tal vez a expandir el miedo. 

Si la estrategia hubiese sido tal tampoco podríamos culpar al cuerpo entero de una posible actuación no profesional, sabemos que en este tipo de organizaciones prevalece una jerarquía de hierro y que al igual que en otro tipo de organizaciones con funcionariado existen “cargos políticos” en las antípodas de la tecnocracia que actúan de maneras que la ciudadanía desconoce. 

Es sabido que en un grupo u organización con escudo, colores o bandera, si es de tipo piramidal, prevalece una especie de fidelidad a la organización que si alguna vez puede llegar a ser cuestionada (por discrepancias con altos cargos) bien se sabe también que prevalece la fidelidad a un grupo cercano o finalmente a los compañeros más allegados. Los altos dirigentes, expertos en utilizar grupos (ya sean partidos, plataformas, funcionariado etc…), saben de sobras que hay una gran facilidad para dividir grupos y que es difícil que un funcionario politizado pueda comprender a los ciudadanos que le están pagando y pueda llegar a haber una sintonía o empatía entre una fuerza de seguridad y la gente del barrio, aunque incluso se haya dado la orden de extender el miedo.

La existencia de cargos políticos, de funcionarios cercanos a autoridades que a diferencia de compañeros suyos no les baste con la mera tarea de servir a los ciudadanos sino aspirar a algo más cerca de los poderosos nos lleva a plantearnos a qué tipo de puertas giratorias pueden aspirar las fuerzas de seguridad, a qué tipo de organizaciones de seguridad privada acceden funcionarios tras su labor para con los ciudadanos, qué tipo de requisitos son necesarios para pasar de ser agente a llegar tal vez al cni, u a otro tipo de organizaciones con mayor retribución. 

Si existen requisitos más allá de la valía, y en este país es bastante posible, en favor de las amistades o lazos con dirigentes de los “santos despachos” es muy probable que sea la base junto al poder económico de una red de funcionarios que en ocasiones trabajen para intereses más allá del deber común o habitual. 
Esto ya ocurre en diferentes áreas del funcionariado, sobre todo en regiones con tradición de mayorías absolutas como la nuestra.

En un mundo donde el imperio del beneficio es la norma ¿hasta dónde puede conducir la represión dentro del margen legal de actuación?
En países de habla hispana lejanos encontramos ejemplos que han demostrado que los agentes de seguridad lejos de actuar en el mantenimiento del orden movidos por sabe dios qué oscuros intereses han llegado a colaborar con cárteles del narcotráfico y relaciones directas con alcaldes y caciques locales. 

Podríamos hablar de la complicidad para entregar a más de 40 personas a la suerte de un cártel por parte de los agentes resultando más de cuarenta desaparecidos de por medio que luego se han encontrado asesinados y enterrados en fosas ocultas.
Claro está que este tipo de hechos que han consternado a la comunidad internacional son un ejemplo lejano y extremo pero no dejamos de describir una realidad en la que fuerzas de seguridad hacen utilización de su autoridad para servir a intereses más allá de su deber y poniendo en entredicho la ética y la moral, un espejo donde resultaría muy delicado reflejarse e inimaginable llegar cruzando la delgada línea entre el deber y el poder.

El día día prosigue en nuestra ciudad con un diario que sigue criminalizando e inflando cifras contra una protesta en la que se dijo “basta ya de corrupción con nuestro dinero” y el consistorio, con la complicidad de una fuerza que dice ser de izquierdas,, continúa el linchamiento contra el barrio colaborando con esa misma corrupción urbanística que tanto colaboracionista y adepto tiene en nuestra ciudad.

Siguen empeñados en convencernos de que la protesta es de criminales y gastarse más de 20 millones de euros de dinero público en bulevares y plazas de toros es de gente honrada y respetada, rodeada de premios, becerros de oro varios.
Burgos seguirá con su estación de tren fantasma, algún día nuestros nietos acabarán de pagar la deuda del bulevar ferroviario, el cielo amanecerá algún día con uno o dos caciques fallecidos a cuyo nombre destinarán una calle o unos distinguidos premios. Pero nosotros nunca nos cansaremos de contar la historia de un barrio agotado que indignado dijo basta y que hizo capital cultural a Burgos 2014-15.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

País de todos los demonios


Y qué decir de nuestra madre España, 
este país de todos los demonios
en donde el mal gobierno, la pobreza
no son, sin más, pobreza y mal gobierno
sino un estado místico del hombre,
la absolución final de nuestra historia?

Jaime Gil de Biedma



Por Juan Vallejo

Las palabras del director de cine Fernando Trueba, el otro día en San Sebastián, al recoger un premio ante el Ministro de Cultura, en las cuales decía que no se sentía español, han levantado ampollas. Sobre todo en la prensa encuadernada en el Gobierno. 

También en los adictos a las cadenas mantenidas por el contribuyente, tertulianos y otras especies de vividores que trabajan para nutrir este infame y desgraciado equipo ministerial presidido por un indecente Rajoy.


Solo un país, Camboya, nos gana en desaparecidos por guerra. Solo un país en el mundo, España, tiene un monumento para alabar a los genocidas, el Valle de los Caídos, construido por los presos de la España negra, los perdedores. 

Un lugar en donde el Caudillo quiso tumba e inmortalidad bajo un mausoleo por donde el subsuelo guarda la sangre de los fusilados por el asesino de la democracia; de este modo"justifican" su victoria, desde 1959 en que ordenó su asesinato. Todavía esa cruz que se divisa desde varios kilómetros a la redonda, sigue siendo escarnio e insulto para millares de españoles. Monjes negros, benedictinos, a diario alzan su gregoriano por el alma de José Antonio Primo de Ribera y por el General genocida, no en vano a los pies del ara del altar mayor reposa la infamia.



Humanidades para ser humanos. Esto no es posible en este país donde se educa para la esclavitud, no para la libertad: dinero frente a la belleza y la verdad que es lo que da el pensamiento, la sensibilidad, la creación. 

Las cátedras del humanismo yacen oxidadas para instalar el interés en solo ganar dinero. Han dado paso al capitalismo urdidor de carreras sin sensibilidad: una muerte en vida frente a la vida. 
Hacerse rico mientras la vida se pierde en fragmentos de idiocia, de insolidaridad. La música, la pintura, la palabra, es lo que nos hace libres, sabios, amatorios...el ideario republicano tan añorado, aniquilado por la deshumanización del arte que diría Ortega. Con estos aperos, con esta deletérea historia, da pánico considerarse español. 
Díganselo sino al último ministro de Cultura, el señor Wert, ahora premiado con una placentera vida en París por haber destrozado las humanidades, la cultura residual que aún nos quedaba. Este sí que es un español cojonudo, como Rato y Bárcenas. 
Y es que este gobierno recompensa a los asesinos, a los títeres de la incultura, a la banca usurera e insaciable y protege a los delincuentes, con nuestro sudor, con nuestro trabajo. España negra, de bisuterías por las que los grajos y cuervos pierden el horizonte.



Esta mafia peperiana, instituida en banda criminal para el saqueo y patrocinio de su partido, no para de succionar la libertad, la vida, los restos de la cultura; el patrimonio que queda de este pedernal que es España. Desde 1936 no ha echado luz. 

Se ha convertido en un país sucio del que nadie o casi nadie quiere adjudicarse su raza, origen, toponimia o lo que sea. 
Donde edificios de juzgados están atascados de expedientes a delincuentes con cargos y poder en ayuntamientos y partidos políticos: socialistas, del PP, y de cualquier sinecura que tenga las arcas próximas para llevárselo crudo, la mayor parte de las veces impunemente, porque han amamantado a sus jefes con el robo y la extorsión. 

Han endurecido la vida e infectado la arquitectura social, humana con su actitud avara.

Han escrito la historia elaborando el diccionario del latrocinio y la deshumanización. Tantas vidas rotas contra el muro del silencio, del paro, de la angustiosa espera atizada por estos canallas del neocapitalismo cruel.


Apenas si consiguen respirar las nubes ante tanta indecencia. Bancos, empresas, ayuntamientos, y sobre todo políticos: enfangados. Constituidos en ladrones, en saqueadores.

Está deshojada hasta la angustia en este país. Están fuera los mejores, nuestros hijos, nuestros sabios, nuestros genios. Aquí se les ha negado el pan y la sal. 

Los aeropuertos aguardan equipajes fugados y la cultura ha tiempo que sucumbió. Apenas nos queda algún escritor o pintor válido que anime la vida en tertulias recónditas o en alguna de las escasas librerías que sobreviven. Han devenido en serviles palafreneros de los gobernantes. El arte al servicio de su propia destrucción.


Las luces de la cultura están casi muertas, pero eso les da lo mismo. Están enfrascados en la escisión catalana. Qué hipócritas! Les han despreciado hasta la saciedad a los catalanes, les han insultado, y ahora claman unidad estos asesinos de la democracia. Qué suerte Catalunya poder marcharse también, como nuestros hijos, nuestros sabios. No sentirse españoles. Como Trueba. 

Aquí están nuestros muertos mas queridos todavía en las tumbas de tierra, despreciados por gobiernos que se dicen democráticos, asesinados por ellos. Quién quiere nutrir esta infamia?

Todas las ciudades de España son ciudades de la memoria. Ese es nuestro galardón, nuestro trofeo para exhibir en Europa. 

Dice Biedma en su poema: "Quiero creer que nuestro mal gobierno/es un vulgar negocio de los hombres/y no una metafísica..." Sí. Nos queda el amor y la muerte; la ilusión también la robaron. 
Y si desterraron las humanidades de la enseñanza, pusieron la Religión, la que bendijo el crimen, el holocausto de esta España salvaje donde asesinan a los animales con saña y sadismo y esquilman bosques y arroyos intitulándolo como tradición indispensable para nuestro progreso. 

Ni un sacerdote, ni un alcalde de la derecha ante estos exhumados que sacamos en Estépar, en la Pedraja: el rencor, el odio latiendo ante la peor historia que un país puede exhibir. Un país en donde el Opus y el Gobierno venden al hombre y lo instalan en un tren de eternas cercanías. Nuestros apellidos de espada e hisopo, de tricornio y pandero más que nunca fundidos en la Iberia batida por el toro y el hachis.


Vean las ciudades, la mayor parte de ellas, sus actividades culturales, sus dirigentes: mediocridad, despilfarro, seudocultura, parafernalia, ruido, vulgaridad, caverna eterna...atapuerquizando el sueño de Lorca, de Machado; sin refugio o estela navegante. 

La historia varada dentro de nuestros ojos sin posibilidad de fuga, nuestra historia cruenta de la que huyeron hasta los himnos. Las hierbas que duelen entre las casas abandonadas de los pueblos desahuciados, de las urbanizaciones: crónicas del despilfarro, de la codicia, del amor imprevisible de tantos años, de tantas generaciones. 



No, yo no soy español. Me avergüenzo de este país donde el beso es gris y los ojos están quemados de mirar el horizonte, donde los jóvenes tienen que rebelarse contra la luz sumisa y el escarnio que vierte sobre ellos la sociedad que un gobierno podrido ha fraguado desde hace tantos años, que uno, en la edad provecta en la que se halla, ya ni recuerda.


No, yo no soy español, mis huellas acaban en mi casa, en mis besos, en mis cuadros, en los pocos amigos que van quedando en este erial saqueado por un ejército de bandoleros enquistados en el poder, en la banca, en la mafia de una prensa mediática, manipuladora que todo lo pervierte. No comprenden los ojos del que quiere saber: le destierran. La utopía manchada, la luz no obedece, la ventana no mira. 


Un tiro de gracia es esta España egoísta, cicatera que dispara a refugiados que huyen del hambre, de la muerte. 
Que desangra el erario para acaudalar ediles, alcaldes y mafias municipales, que pretende ahogar cualquier atisbo de esperanza, de aire fresco, de incipiente democracia.

Las banderas libres de las escasas plazas que las ostentan, ha tiempo que dejaron de tremolar. Los pocos jóvenes que ocuparon las plazas para predicar la infamia, olvidaron a Cernuda. En los sitiales de muchos concejos, se asienta la estirpe de Franco. No tiene legitimidad la democracia.


Asociaciones de la Memoria, siguen mendigando el óbolo capaz de exhumar la verdad fusilada, en tanto que el Gobierno llena de prebendas a los que aniquilaron la cultura, la enseñanza y destruyen la sanidad pública, la educación, el escaso bienestar al dejar la precaria pensión de los abuelos como el recurso de la miserabilidad a la que han abocado a la mayoría de los ciudadanos. Disfrazan la realidad estos gobernantes, sucedáneos del hitleriano Aznar, del asesino Franco. 

Nos insultan y tratan de embaucarnos con sus arterías, con sus ingenierías del bienestar social y sus trampas de números en ruina, en tanto que llenan las arcas de sus más preclaros gobernantes para, posteriormente, una vez amortizados y llenos de condenas, juicios y denuncias, asentarles en un Senado inútil de juguetes rotos, millonarios, manchados de vergüenza y abollados por su vida disoluta.


Qué esperar de un país como éste en donde los millonarios acaparan todo lo que se mueve, donde se hacen números quebrados, sucios, para los que necesitan algo de humanidad:
- un techo para el desgraciado refugiado, dividiendo cifras con cicatería y miseria, mientras cardenales encendidos de soberbia y dogmatismo, ocupan palacios y viviendas de centenares de metros de placer en las mejores plazas de las ciudades. 

Luego predican la caridad: hipócritas! No pagan impuestos por sus inmensas propiedades y escatiman un trozo de suelo para el hambre y el huido. Las fábricas de las que la Iglesia es accionista, son suficientes para dar trabajo a esta diáspora. Bajo la filantropía de Caritas, cobijan su falsa caridad: una panacea en donde diluyen toda su soberbia, su insultante vida de púrpura e incienso. Cada vez más millonarios. Cada vez más pobres. Cada vez más rotos. Cada vez más cínicos, "Son hombres los que pagan al gobierno,/los empresarios de la falsa historia,/son hombres los que han vendido al hombre,/los que le han convertido a la pobreza/y secuestrado la salud de España." Hace mas de cuarenta años que Gil de Biedma escribía esto. 


Nosotros ya no somos los mismos, los que conocimos a Tápies, a Saramago, a Joan Báez, a Goytisolo, a Robbe-Grillet, a García Calvo, a Marcos Ana, a tantos que fraguaron la libertad, el Sentimiento, el Conocimiento; porque esta España negra y navajera ha tiempo que cerró sus puertas a la sabiduría, al talento, a la honestidad y las abrió de par en par a la indecencia. No.Yo tampoco soy Español.

domingo, 23 de agosto de 2015

Vivimos en la gran mentira. La ciudadanía "no alineada"

Por Carles Giménez


Como ya advirtió el escritor Christian Salmon, autor de "Storytelling", en estos momentos la población vive en la gran mentira, un engaño en el que la percepción de las cosas es más importante que la realidad. En España, siguiendo el proceder de la doble moral y el doble rasero que caracteriza a gran parte de las personas -y a sabiendas de que es una característica explotable y fácil de inocular a los demás-, se han creado los cimientos de una gran simulación uniendo dichas características a los defectos (generalizados) ya de por sí del pueblo español. La maquinaria de los estados, bien engrasada a fondo, sigue haciéndonos autoconvencernos de que nuestras democracias son reales y verdaderas y de que vivimos en un orden, en unas sociedades (estados de derecho) donde las personas pueden participar y contribuir cuando en realidad es todo lo contrario y el control social es férreo. La sociedad española está bien controlada por las fuerzas de seguridad del estado que mantienen el orden en un sistema basado en la corrupción, el tráfico de influencias, y legalidad modificada para favorecer al más fuerte. 

La influencia, esa fuerza para influir y contribuir, se halla en un absoluto control que impide que cualquier forma de participación ciudadana llegue a consumarse plenamente haciendo que, a menudo, se hunda en una gran charca de enchufismos, dedismos y atasco de influencias.

La industria de la influencia asimismo se encuentra controlada al modo norteamericano por diferentes tipologías de congregaciones y sociedades de difícil definición que suelen proteger con gran celo su privacidad y que por medio de comisiones ilegítimas y tratas han contribuido durante décadas a la formación de un sistema perverso en el que es imposible que cualquier tipo de participación de las ciudadanas o ciudadanos “no alineados” llegue a darse de forma plena.


Bajo esta simulación de una sociedad con libre albedrío y azar, cuando en realidad existe control sobre muchas más cosas de lo que nos hacen creer, se recompensa -además de económicamente- a los “ciudadanos alineados” (en el orden de influencias) dotándoles de una reputación de enorme esfuerzo y gran trabajo o talento que les ha permitido destacar y contribuir, cuando en realidad no hay tal cosa. A esto se suma el poder de manipulación de la realidad social de los medios de comunicación que crean una tercera realidad, podríamos llamarla el mundo de lo que es oficial. Un nuevo "calco", un simulacro, por el cual los secretos a voces no pasan a convertirse en realidad hasta que se hacen oficiales a través de los medios controlados por la oligarquía, una concesión de poder de quien decide lo que es real y lo que no.

Como consecuencia de una sociedad controlada por un sistema que ensalza la escasa calidad y al sinvergüenza que responde a los valores con los que la maquinaria funciona, se llega a la situación en la que el Estado llega a estar encabezado mayoritariamente por representantes alineados con ese doble rasero y con la mafia de la influencia que, al no pertenecer a un sector de población con valores ciudadanos, arrastran  al conjunto de la ciudadanía a una crisis por excesos económicos y falta de visión o por el engaño de ciudadanos de otros estados hacia dichos líderes (de discutible patriotismo, operando en favor de su interés personal). 

La reacción de la ciudadanía crítica se alza en clave contraria al sistema que ha permitido el hundimiento del país y la puesta en marcha de la deudocracia y secuestro económico por parte de agentes del exterior. Es normal entonces que las demandas populares críticas reivindiquen un sistema justo y equitativo, una forma de proceder en las antípodas de los anteriores dirigentes inmersos en la corrupción, abogando por valores como la participación ciudadana, la equidad y la igualdad de oportunidades. Sin embargo es del todo imposible que en un país capitalista con décadas de tráfico de influencias y de industrias de la “agenda de enchufes”, lobbies o grupos de presión y sociedades secretas pueda llegar a darse una participación real y por tanto que a las cúpulas de poder lleguen personas que confíen en un sistema de horizontalidad. Es mucho más que probable la aparición continua de oportunistas del discurso que mediante la simulación prometan las necesidades de cambio de orden pero en la sombra practiquen manipulaciones continuas, manipulaciones de reuniones colectivas de apariencia abierta, foros abiertos a la participación que a mitad de temporada pasan a ser inservibles para influir en la sociedad, dedismos y pérdida de las formas para acceder a los puestos relevantes, concursos de apariencia abierta cuyos criterios son finalmente alterados en la sombra para que los ganadores sean de un grupo cerrado, o incluso líderes alineados en otro tipo de congregaciones de índole secreta, de fuerzas de seguridad, o pertenecientes a una élite económica de tipo piramidal.


Por ello la incapacidad de que ciudadanas y ciudadanos “no alineados” lleguen a poder participar y contribuir en el sistema conduce a que el sistema fracase en su avance civilizatorio y se llegue consolidar aún más un régimen basado en los valores anteriores que nunca dejaron de imperar y, por supuesto, a la consolidación de una casta de ciudadanos “alineados” (ya sea en siglas, grupos cerrados dentro de partidos, grupos pertenecientes a organizaciones no oficiales que a su vez se hallan dentro de otras organizaciones, etc...) que responden a intereses distintos de los que dicen estar representando ante la ciudadanía. Lo que se crea es el doble rasero, una sociedad aparentemente democrática y de derecho que sin embargo completamente se halla bajo el férreo control de los corruptos oligarcas (élite económica secreta y organizada), del brazo armado de la corrupción y las cloacas del estado.


jueves, 13 de agosto de 2015

Sobre el VIH-Sida desde las prácticas artísticas y actividades docentes

Por Eduardo Nabal

Entrevista a PEPE MIRALLES: ARTISTA VISUAL Y PROFESOR EN LA FACULTAD DE BELLAS ARTES DE VALENCIA. 

DESDE 1993 TRABAJA SOBRE EL VIH Y EL SIDA DESDE SUS PRÁCTICAS ARTÍSTICAS Y EN SUS ACTIVIDADES DOCENTES.

-¿Cuál es la situación de las personas seropositivas en este contexto de salvajes recortes sanitarios?
Pepe Miralles: Todas las asociaciones con las que tengo contacto en Valencia se encuentran en una situación de precariedad (porno pobreza) absoluta. Cada vez es más difícil hacer proyectos con financiación pública e incluso encontrar fondos privados. Donde las asociaciones se han implicado especialmente es en crear estrategias que neutralicen el “Real Decreto-ley 16/2012” de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del sistema nacional de salud, que impide dar asistencia a personas que no tengan en regla sus papeles. En ese decreto se habla de que es necesaria la austeridad en el gasto público como un objetivo inaplazable. Es decir que el abandono de las personas y la muerte como consecuencia de la austeridad es uno de los objetivos de este real decreto.

-¿Desde cuándo empiezas a trabajar utilizando el VIH/Sida como tema en tus trabajos artísticos y cuál es el motivo?
P.M: En 1991 empecé a introducir esta problemática en mis trabajos y actividades.  Al principio pensé que era un tema que debía tratar, pensé que tenía la obligación de hacerlo, fundamentalmente, para cuestionar la construcción ideológica que de esta enfermedad se estaba realizando.  Con el tiempo, en mi contexto afectivo, empezaron a aparecer personas que enfermaron y murieron. Pertenezco a una generación diezmada por esta enfermedad. Poco a poco mis experiencias vitales fueron acercándome al sida desde distintos aspectos: la muerte de mis amigos, la vinculación con asociaciones, la lectura de lo que se estaba escribiendo o más bien publicando sobre el tema, y todo ello fue generando un interés creciente hacia estas problemáticas.

-¿Crees que el colectivo LGTB conecta y valora este tipo de trabajos?
P.M.: Mis trabajos no han sido nunca muy “visibles” en ningún ámbito social ni cultural. No paseo mucho por el sistema del arte ni tampoco por el mercado. Antes de la aparición de las terapias que consiguieron reducir considerablemente  el nivel de mortalidad, cualquier trabajo sobre este tema, una pegada de carteles o una exposición, era recibido por las personas afectadas como una ayuda a la situación vital que estaban viviendo. Los gestos y las palabras que te decían mostraban un profundo agradecimiento. Estoy seguro que muchas de las personas vinculadas a las asociaciones LGTB han valorado siempre este tipo de trabajos. Otra cosa es que todas las personas homosexuales valoren este tipo de propuestas.

-¿Cómo definirías tus trabajos artísticos?. ¿Cuál es la relación que estableces entre el arte y el VIH/Sida?
P.M.: Teniendo en cuenta que utilizo el arte, sus materiales plásticos y visuales, como elementos que me ayudan a materializar mis investigaciones, mis trabajos han estado siempre centrados en establecer un enfrentamiento a la enfermedad y a su perfil iconográfico. Algunas de mis obras se han basado en el compromiso con la prevención y con la dignificación de l@s enferm@s. Desde 2005 estoy realizando una serie de proyectos, todos denominados "Proyecto Sida Social", en los que uno de los objetivos fundamentales es establecer vinculaciones entre distintos agentes, tanto culturales, como sociales, universitarios, colectivos, de forma que se generen dispositivos de discusión y reflexión sobre las problemáticas que el VIH/Sida sigue presentando. Creo que definiría mis trabajos como posibilidades reales de encuentro, que no se escenifica y se espera que se produzca en una sala de exposiciones, sino que ocurren a partir de un proceso largo de conversaciones e intercambios fuera del ámbito expositivo artístico.

-Como artista, ¿qué visión tienes del colectivo LGTB?
P.M: Creo que en la actualidad estamos inmersos en un neoliberalismo gay de nefastas consecuencias.  Una de las cuestiones que más me preocupa es la homofobia del propio colectivo gay. No hay más que mirar las descripciones en las páginas de contacto: una gran parte de éstas valoran exacerbadamente la hipermasculinidad y rechazan la pluma o cualquier tipo de “mal rollo”, es decir, las subjetividades.  Nos estamos diluyendo en la normalidad heterocentrada a través de los códigos de género. Cualquier tipo de diferencia es vista con rechazo por el “buen chico gay”. Queremos ser normales y esta necesidad impuesta está produciendo una gran pérdida de especies diferentes. Pero la verdad es que no sé muy bien qué significa realmente “colectivo LGTB”.

-¿Crees que los hombres que hacen sexo con hombres están concienciados y hacen sexo seguro?
P.M.: Esta pregunta puede contestarse viendo los últimos estudios sobre infecciones. Los últimos estudios evidencian que los hombres que hacen sexo con hombres están en la cabeza de las nuevas infecciones. Son recortes ideológicos y socialmente nefastos.

-¿Y cuáles crees que son las causas de esta situación?
P.M.: Pues creo que las causas son múltiples. Una de ellas sería la percepción de que se trata de una enfermedad de personas mayores, de tiempos atrás. Otra, que los jóvenes no han vivido la época más dura de la enfermedad, no han visto morir a sus parejas ni a sus amigos; y la otra tendría que ver con la información que se tiene de lo que se considera la cronificación de la enfermedad. Para los más mayores el cansancio en el uso del preservativo puede ser una de las causas por las que se está bajando la guardia. Me parece muy bien que alguien, conscientemente, no quiera utilizar preservativo. ¿Pero cuántos no lo utilizan como consecuencia de unas percepciones erróneas sobre la enfermedad y sus consecuencias?

-Háblanos del proyecto de la Cátedra Arte y Enfermedades.
P.M.: Es un proyecto muy importante para la Universidad Politécnica de Valencia y para todo el equipo que trabaja en las diversas actividades que realizamos. Estamos estudiando metodologías de trabajo entre estudiantes y pacientes partiendo de la idea de “estética dialógica”. Además uno de los proyectos más importantes es una cartografía de los trabajos artísticos que se han ocupado de diversas enfermedades, todo tipo de enfermedades, que estará al servicio de investigadores que quieran continuar aportando conocimiento a estas cuestiones.