Por Basilio el Bagauda
Parece que ya todo vale para hacer un espectacular titular en el encabezamiento de un artículo del Diario de Burgos. El 27 de agosto en sus ediciones en digital y en papel nos desayunamos con un llamativo "Hasta por la dentadura un empleo puede ser mejor". No sabemos, en cualquier caso, si PROMECAL paga a sus empleados una parte de su salario en empastes, pero lo que es seguro es que al periodista de turno le tocó el recado de hacer una bonita publicidad para que unos cuantos amigos de la familia Méndez se luzcan en el próximo banquete caritativo que el "Jefe" organice.
Parece que ya todo vale para hacer un espectacular titular en el encabezamiento de un artículo del Diario de Burgos. El 27 de agosto en sus ediciones en digital y en papel nos desayunamos con un llamativo "Hasta por la dentadura un empleo puede ser mejor". No sabemos, en cualquier caso, si PROMECAL paga a sus empleados una parte de su salario en empastes, pero lo que es seguro es que al periodista de turno le tocó el recado de hacer una bonita publicidad para que unos cuantos amigos de la familia Méndez se luzcan en el próximo banquete caritativo que el "Jefe" organice.
En realidad no es más que una provinciana réplica de la original americana que realiza una reputada institución neoliberal en 14 países entre los que no se incluye a España. Sorprendente, ¿verdad ? Es más, si uno busca y rastrea en la red nos daremos cuenta que las empresas mencionadas por la "lista" no aparecen en otros ranking confeccionados por otras "agencias de evaluación" como "Great place to work".
Lo primero que llama la atención del artículo es que no se dimensionen los parámetros evaluados para, al menos, saber a qué atenernos ni como se "cocina" la estadística.
¿Y qué me decís de las impresionantes y maravillosas gracias y privilegios que ofrecen los Consejos de Dirección a sus empleados? Es tal el destrozo realizado por los extractores de capital en los derechos laborales y humanos de las clases trabajadoras que tenemos que dar por bueno que una persona pueda tener vida privada a partir de las 19:30 horas. ¡Sí, estoy en el mundo! Ya sé que hay muchísimos trabajadores de noche y por turnos, pero de ahí a que tengamos que aplaudir "la mejora" como si esto fuera una gracia divina, es el colmo de la indignidad.
Otra de las ventajas destacadas por el articulista es la de disponer de una aplicación en el móvil para mantenerte al tanto de lo que ocurre en la compañía. Es de suponer que dicha herramienta informará a los trabajadores de los futuros despidos y recortes salariales, de las decisiones de cada reunión del Consejo directivo o de los espectaculares movimientos accionariales con los que los grandes fondos engordan o adelgazan a su antojo la liquidez de las multinacionales. Quién sabe si en la última gran manifestación convocada contra la manipulación informativa enfrente de las instalaciones de PROMECAL los empleados que allí se encontraban protegiendo, cual muro de contención, la entrada del edificio habían sido advertidas vía móvil de la comprometida situación de sus jefes.
En cuanto a que se le llame iniciativa pionera a que las mujeres no sean ya una rara excepción en los puestos directivos de algunas de estas empresas en el 2015 dice mucho del nivel de la casta burgalesa y sus palmeros en lo que se refiere a la igualdad de género: basta escuchar un anuncio publicitario que se emite en las emisoras de la localidad de una famosa empresa de pinturas en la que una mujer, muy ama de su casa, expresa con la mayor felicidad del mundo que una vez pintada su casa, ya no saldrá de ella porque se habrá cumplido su mayor y única expectativa de vida. ¡En cualquier otra ciudad, este anuncio habría sido un escándalo!
El artículo también está plagado de los típicos y estúpidos anglicismos como "mindfullness". En este caso, se trata de una práctica de origen budista que refuerza la concentración y la atención plena. En teoría, en Occidente, se utiliza para reducir el stress y el dolor crónico aunque, teniendo en cuenta su origen, es evidente que le sirve al sistema para extraer el mayor rendimiento de los trabajadores, para convertirle en un trozo de carne automatizado y programado para escuchar y atender órdenes. Porque, digo yo, ¿no sería mejor no crear el stress con horarios de trabajo insufribles y aplicaciones en el móvil para estar conectado 24 horas a la empresa?
No os digo ya a qué suena el "mentoring", otro palabro, y el "coaching", concepto que os resultaría más familiar porque ya es parte de nuestro acervo "telebasúrico".
Detrás del acompañamiento personalizado de dos años del interesado para lograr una plena y positiva integración que el periodista nos vende como un aporte maravilloso para el empleado, se esconden técnicas de dominio dirigidas al autocontrol y la autodisciplina para lograr un rendimiento indefinido. Estas estrategias responden a un principio de la gestión neoliberal que algunos intelectuales liberales llaman "autonomía controlada" o "coacción suave" y que tiene como principal meta internalizar las exigencias de rentabilidad financiera en la empresa misma y hacer interiorizar a los asalariados las nuevas formas de eficacia productiva y de rendimiento individual. En definitiva hacer actuar a los individuos en la dirección deseada para crear condiciones particulares que les obliguen a trabajar y a comportarse como agentes racionales.
A la economía capitalista no le basta sólo con utilizar el recurso del miedo a través del desempleo y de la precariedad, sino que ha llegado más lejos mediante los rendimientos y las gratificaciones individualizadas, de suerte que los propios trabajadores, otrora compañeros, se convierten en fieros competidores. Esta es en realidad la verdadera función de los "managers" en las empresas que, por supuesto, no nos van a contar.
Si de verdad el periodista hubiera tenido la intención de informar a los lectores del supuesto interés que tienen ahora las empresas de vender mejor su marca a través de evaluaciones y posicionamientos sobre el bienestar que ofrecen a sus empleados y a la sociedad, lo que afecta a su imagen corporativa, habría descubierto para sus lectores otra forma crítica de valorar el asunto.
Uno de los principales fundadores del movimiento ATTAC, Christian Felber, definió hace ya unos pocos años lo que podría ser medido para que las empresas fueran sancionadas positiva o negativamente por los mercados en función de parámetros muy alejados de la competencia por el crecimiento indefinido y la acumulación de capital.
Entiendo que la revista "Actualidad Económica" se haya interesado por el coaching y el mentoring puesto que forma parte de un macrogrupo de comunicación neoliberal con "El Mundo" y "Antena 3" como cabeceras más visibles en España. Pero el periodista no nos puede vender la moto con talleres de cocina o el teletrabajo como grandes avances en el trato digno de los trabajadores. O quizás quiera ocultarnos que en otras tierras menos hostiles para los asalariados haya empresas que se exponen a auditorías que miden pequeñas insignificancias como la gestión ética de las finanzas, la reducción de efectos ecológicos, la trasparencia social y la participación en la toma de decisiones o la calidad del puesto de trabajo y la igualdad. En fin "pecata minuta" si se compara con revisiones dentales.
Para acabar sería también interesante preguntarle al "Jefe" si considera que en sus empresas de comunicación se fomenta un clima laboral favorable entre sus trabajadores cuando se les obliga a firmar artículos modificados por la Dirección como ocurrió en plena campaña electoral en "El Adelantado de Segovia". Eso sí que se merecería un punto rojo en El Diario de Burgos para el máximo accionista de PROMECAL.
