Seguimos en Burgosdijital.net

Seguimos en Burgosdijital.net
Nos hemos trasladado a Burgosdijital.net

sábado, 5 de noviembre de 2011

Nueva expresión del Diccionario burgalés de la lengua: “Hacer un Ibáñez”

Parece  que en Burgos no teníamos suficiente con los vaivenes políticos de Europa ni con las millonarias indemnizaciones pagadas con dinero público a directivos de cajas que quiebran.  Necesitábamos un escándalo morcilleramente autóctono: “el caso Espolón”.
Así se dio en conocer  en medios periodísticos el que uno de los bares más próximos al consistorio no le pagara a éste, propietario del local, ni un euro en diez años.  Hoy sabemos que el ayuntamiento se aplicaba con el mismo celo en la gestión del dinero de todos con la mayoría de los bares que ocupan locales municipales, así que, aunque sólo fuera por abreviar quizás debería llamarse directamente: “Caso Ibáñez”.( ex-concejal de hacienda, vicealcalde, etc).

En este momento en el que se echa a miles de personas todos los días a la calle.  Cuando el lacallismo exhibe  una deuda municipal fastuosa , y el ayuntamiento nos castiga con unas subidas de tasas de hasta el 80%, descubrimos  que,  gracias a la buena gestión de Ángel Ibáñez, los burgaleses hemos perdido más de 600.000 euros.    Tal y como están las cosas el ex-responsable de hacienda no hubiera durado ni cinco minutos en cualquier otro puesto de trabajo, pero como es el vicealcalde, se permite el lujo de mirar hacia otro lado, como si el asunto no fuera con él.  Ya sea por negligencia o por posible corrupción, el responsable político, Ángel Ibáñez,  debe dimitir o ser cesado por el alcalde.  ¿Qué teme Lacalle para no haberlo hecho ya? Hasta en el Diario de el Jefe lo piden a gritos.

Dado que el asunto tiene bastante de entremés chusco no sería extraño que el común pariera alguna  nueva expresión con el nombre del tan valiente como eficaz vicealcalde.  Desde Burgosdijital queremos aportar  nuestro granito de arena:

La foto es de Diario de un Drockadicto
1.“Hacer un Ibáñez”. Podría equivaler a hacer un simpa.  No sería extraño que un sábado por la mañana se escuchara a un grupo de jóvenes decir que. “El viernes pasado nos hicimos un Ibáñez, tuvimos que salir por patas y el camarero casi nos pilla.” O que tomando el vermú, un amigo nos comentara que en determinado bar "ahora tienes que pagar la consumición por adelantado para evitar que la gente haga Ibáñez"

2. Visto lo visto tampoco se podría descartar que “Hacer un Ibáñez”  equivaliera a no pagar el alquiler o las deudas.  Imagínense el siguiente titular en el Diario de Burgos: “El número de familias burgalesas que hacen Ibáñez crece sin parar a causa de la crisis”.  Aprovechando la emocionante coyuntura actual también podríamos leer que “Grecia está al borde de hacer un gran Ibáñez.” 

3. Si se demuestra que el asunto no es más que una gran chapuza,  nos podríamos encontrar con que un día nuestro vecino nos dijera algo como esto:  “Me alicataron el baño hace una semana y ya se me han caído una docena de azulejos. Joder ¡Me han hecho un auténtico Ibáñez!”

4.  Dada la valentía demostrada por el personaje, echando la culpa a trabajadores del ayuntamiento, sin aceptar su responsabilidad política, no sería extraño que con el tiempo en la ciudad se acuñara el verbo Ibañear con el sentido de: escabullir el bulto, hacerse el desentendido y así podríamos oir a nuestra vecina “Juanito, que te conozco, deja de ibañear y devuélveme lo que has cogido”

5. Si se prueban responsabilidades penales, hacer algo a la Ibáñez también podría significar: hacer un chanchullo, por ejemplo:"Bueno podemos hacer con factura o a la Ibáñez"


A nosotros/as, como ya hemos dicho, nos gustaría que hacer un Ibáñez significara dimitir, y ya que  ha demostrado o incapacidad o desidia o corrupción, que al menos demostrara la decencia de no aferrarse al sillón cueste lo que cueste y le cueste a quien le cueste, es decir a nosotros/as.  Por cierto, Aparicio, ¿Otra vez Ministro de trabajo?



jueves, 3 de noviembre de 2011

Izquierda Anticapitalista celebra su I Escuela de Otoño


Se respiran aires nuevos. A pesar del desconcierto, bajo los escombros, y aprovechando algunos cascotes, florecerán las flores. Así lo sueñan las personas que conforman Izquierda Anticapitalista. Por ello los días 22 y 23 de octubre en Mozuelos de Sedano, provincia de Burgos, celebraron la I Escuela de Otoño, con el título: “¿Es posible la revolución en el siglo XXI?”

Su esfuerzo demuestra que quieren estar ahí y aportar sus reflexiones, su trabajo y su compromiso con los cambios que se están realizando y sobre todo con los que se avecinan. La soledad de Mozuelos y el paisaje desolado en sus inmediaciones, acompañado por el monótono y constante girar de las enormes aspas de los molinos eólicos que rodean como guardianes el escaso caserío, han representado el marco de discusión. Los colores del cuadro los ponen los curiosos/as, militantes, solidarios/as, que se han acercado hasta las viejas escuelas del pueblo, y han contribuido con su presencia, opiniones y trabajo a la construcción colectiva de un futuro político más digno que las costosas ruinas que a veces nos empeñamos en sostener. El presente ha de parir un futuro más digno, más solidario, en el que los bienes estén más justamente repartidos y la acumulación, per se, de los mismos no sea el principal objetivo de las élites que detentan el poder. Para ello, como los ilustrados dieciochescos que soñaron con la Revolución Francesa, pero que no llegaron a participar en ella, tenemos la obligación de proponer un nuevo reparto de ese Poder, abrir el melón de la participación a los ciudadanos corrientes, a los que corren para no perder el autobús que les lleve a su trabajo, a los que cuidan de sus familiares con cariño, a los que temen no poder hacer frente a sus responsabilidades: hipotecas, pagos, etc…, todos ellos tienen la responsabilidad de pensar y de construir en la medida de sus posibilidades y en la medida de su entorno inmediato. Esto va a suponer un largo y bronco aprendizaje y la Escuela de Otoño es solo un pasito en el camino.

Como sabemos que no somos los primeros en dar un paso adelante y que podemos y debemos aprovechar la experiencia acumulada por las generaciones anteriores, estos días de octubre, Izquierda Anticapitalista ha querido echar una mirada hacia atrás para coger impulso y marchar hacia adelante. Es por ello que han dedicado el evento al burgalés de origen: Wilebaldo Solano, fallecido en Barcelona el año 2010. Veterano militante del POUM en los años treinta, perseguido, exiliado, condenado a trabajos forzados por los nazis, guerrillero, clandestino en la España franquista, periodista en la Agencia France Press, pero siempre coherente en la lucha por lograr un mundo más igualitario.
Es por ello, también, por lo que han tratado de comprender fenómenos tan rabiosamente presentes como las revueltas en los países árabes y otros hechos coetáneos como el 15M, la resistencia griega, o la toma de espacios públicos en demanda de democracia real en lugares sorprendentes del planeta. Y eso, al trasluz del quicio histórico de la España del siglo XX, la revolución y contrarrevolución que se produjo tras el golpe de estado a la Segunda República. El análisis de los logros y de los fracasos de aquella ocasión que tantos ríos de tinta sigue provocando.
Sin embargo, probablemente lo mejor del fin de semana haya sido el encuentro humano, saberse acompañados en relaciones humanas que fomentan la resistencia por un lado, pero también que construyen tramas de solidaridad y justicia. Se dijo durante los descansos algo que merece la pena que resuene en nuestros oídos y cada cual lo interprete y lo adapte a su realidad:

 “Nos la estamos jugando, no sólo está la cuestión de la lucha de clases, o como se quiera denominar, que como afirma el multimillonario Warren Buffet, es su gente la que la está ganando, es que si ganan las propuestas de la élite plutócrata insaciable, no es que ellos se repartan las ganancias a nuestra costa, es que nuestras sociedades mismas como las conocemos se van a hacer gárgaras, y en ese momento va a ser indiferente la pertenencia a una clase social o a otra. Tenemos la responsabilidad de ofrecer salidas sostenibles para todos/as”




                        Unidad Móvil Burgos Dijital







miércoles, 2 de noviembre de 2011

Democracia 4.0.- Por encima de la representación, la participación. Una persona un voto.


Ante las declaraciones en contra del referéndum Griego, sobre el acuerdo con Europa para saldar su deuda pública y rescatar a los bancos Europeos, casi todas las fuerzas políticas tienen gran temor a que el Pueblo pueda tener una participación más directa en las decisiones comunes. 
Les dejo una propuesta que acaba de surgir y que, con el tiempo, puede ser ALTERNATIVA al actual sistema de votación vs representación. 

Democracia 4.0 se presentó el pasado 26 de octubre en Sevilla, como una alternativa más participativa, de nuestra actual democracia troglodita. Y quien dude de esta afirmación, que lea la definición de "democracia" y termine de leer esta redacción.
D 4.0 no es perfecto si no sustituye por completo  en su aplicación al actual sistema de votación. Pero aún empleando sólo los votos favorables o contrarios a una propuesta, sigue siendo mejor que el sistema representativo actual, ya que parte de datos reales. Y es aquí donde el desconocimiento del actual sistema por parte de muchas personas, está generando críticas negativas sin fundamento. Ignorancia que puede deberse a un auténtico analfabetismo democrático  o  a un malicioso interés.
Si D 4.0 tiene algún punto débil, es que no puede ser presentado sin explicar e intentar corregir a la vez el fraude subyacente de nuestra democracia representativa. Es decir, no se puede comparar un voto directo y real con otro "supuesto adjudicado a un partido", ya que el sistema electoral está viciado en varios puntos:

1º.   La desproporcionalidad que se da cuando a determinadas circunscripciones les corresponde sobrerrepresentación de escaños por territorialidad. Se sabe que la proporcionalidad se refleja mejor cuando la distribución de escaños entre las circunscripciones se efectúa en función de la población y no en razón de criterios territoriales.
        A pesar de ello, se opta por la distribución por unidad provincial (aunque no existe ninguna vinculación entre los diputados elegidos en cada provincia y los votantes de la provincia durante el mandato), en lugar de la circunscripción única, donde el electorado de todo el territorio estatal es considerado como única circunscripción electoral, (Israel y Holanda tienen circunscripción única, al igual que la mayoría de los países en las elecciones al Parlamento Europeo).
2º.   La aplicación del Cociente de D’Hondt, que inutiliza cientos de miles de votos. En lugar de aplicar el Cociente Hare (por ejemplo), cuyo efecto habitualmente es menos favorable a los partidos mayores ya que provoca que haya menos candidatos elegidos por cociente que escaños disponibles. Por lo que los escaños sobrantes se suelen repartir por un sistema como el método del resto mayor.
3º.   La aplicación del  rango de exclusión del 3%. Mínimo porcentaje de votos de una lista en una circunscripción para poder optar a representación.
4º.   Y por supuesto la abstención. Los escaños se establecen a partir de votos emitidos y considerados en el sistema D’Hondt, ignorando los millones de no votantes. Por cierto que atendiendo a este criterio, un diputado no podría abstenerse o debería ceder su escaño a los “diputados votantes”.

Tras esta argumentación muchas de las dudas expresadas con D 4.0 se redirigen hacia nuestro actual sistema. Es más, habría que preguntarse, ¿cuántos ciudadanos/as son tenidos finalmente en cuenta por el sistema representativo para designar representantes? ¿cuántos son ignorados? Pero muchas personas desconocen esta situación e intentan establecer una paridad imposible.
D 4.0 es perfecto si se aplica en su totalidad (incluyendo la abstención de ciudadanos como representación en el recuento). Y cabe recalcar que es la antítesis de la representación. Por lo que es la interacción con el actual corrupto sistema representativo lo que arroja duplicidades, desviaciones e incertidumbres en su aplicación.
Nuestro reconocimiento al esfuerzo desinteresado realizado por ciudadanos y ciudadanas, para sacar adelante una iniciativa que acercará la participación de la sociedad a la definición de democracia.


martes, 1 de noviembre de 2011

La ciudad de los muertos endeudados



            Una ciudad respiró aliviada, y sin embargo, otra, similar a la primera penó largamente las ambiciones desmedidas del Ego estrellado en el novísimo y carísimo asfalto del estrenado Bulevar.

            Tras el vuelo más acrobático que Francisco Javier hubiera dado en su existencia, y después de recoger y recomponer sus sesos y otras vísceras que habían quedado esparcidas por diversas partes del vial público más costoso de los últimos tiempos, nuestro protagonista se incorporó y renqueando se dirigió sin pausa hacia la Casa Consistorial, su destino final.

            Comprendió en seguida que en aquel extraño averno todos le conocían y esperaban, ya se comentaba acerca de él antes de su aparición, las lenguas de la avidez le precedían. Alguien, probablemente uno de esos lambiscones que tanto abundan, le entregó con una reverencia su oreja ensangrentada que se había quedado prendida de una aguja de pino -de uno de esos arbolillos que costarán, cuando se paguen, los 500 euros la unidad (¡la de pinos que tiene que haber en Cabezón de la Sierra!). Inmediatamente FJ se la colocó, dándose cuenta que no oía, de todos modos para lo que había que escuchar ...

            Cuando se aproximaba a la Plaza Mayor de aquella ciudad que tanto se asemejaba al Burgos que acababa de abandonar se percató de que le rodeaba un mar de fieles muñones, todos con los ojos grises inexpresivos y la risa de la muerte grabada en su rostro. Poco le importó, a fin de cuentas parecían más fieles y agradecidos que algunos de sus antiguos paisanos. Le abrieron paso y le vitorearon con las partes de su cuerpo menos laceradas por la enfermedad, la putrefacción y la envidia. Le miraban con las cuencas de los ojos vacías, le pasaban sarmentosas formas por la incipiente chepa –fruto, sin duda, de la carga de la responsabilidad y de la espectacular caída-.

            Para sorpresa suya, y en la mismísima puerta de su sancta santorum municipal, le esperaban sus fieles -y pacientes- escuderos, aquella mítica “generación Baeza”[1], marchitada, por lo visto, en su juventud: Ángel el Sucesor, un “mini yo cualquiera”, dueño del Cofre del Cid, que regalaba propiedades municipales u olvidaba cobrar 500.000 eurillos, como quien sostiene rectores con arteras estrategias; Gema, lanzada al estrellato, la segadora de funcionarios, de empleo anterior desconocido; Eduardo, pálido reflejo de la juventud y la cultura; Diego el cachorrillo juguetón cuya sagacidad innata le llevó a falsificar documentos varios y engordar currículos, protegido de Alguien, según barruntan los pitonisos del Círculo de la Unión.

Así, guarnecido por sus mejores escaladores sobre cadáveres humanos, se presentó en el balcón municipal, exhibiendo su herrumbrosa guadaña, expresión del mando en aquella plaza. Lanzó una mirada de despreció sobre la ingente masa humana en descomposición que atestaba el recinto y desgranó sobre ellos sus tormentos más sofisticados.

Aquel conciliábulo de espectros políticos, aquella bandada de carroñeros se lanzó sobre la multitud descarnada, desempleada, desahuciada y endeudada para proponer el mejor y más grande proyecto: el “Mausoleo Arena”, sí o sí, con un argumento irreprochable ... tenían la eternidad entera para pagar ...

Poco importaba que el desempleo hubiera hecho mella en el gremio de los sepultureros, que subieran las tarifas de los coches fúnebres, que aumentaran las tasas de los embalsamadores municipales, que los servicios municipales básicos se encarecieran, pero no se tocaba el IBI de los grandes panteones, los difuntos de las beneméritas familias de Burgos podrían seguir descansando en paz con Francisco Javier...

Pero no, decididamente no, en el Más Allá o en el Purgatorio o donde diablos estuvieran no iba a ser diferente. ¡Qué mejor que labrar el buen nombre de FJ en alabastro eterno, como intentaron los Condestables! Aunque los mismos cimientos de la urbe se tambaleen, aunque las deudas ahoguen como mortajas futuras e hinches los cadáveres, una página brillante y perdurable en la historia de la Necrópolis propia sólo se logra con una gran Obra, ¿Qué fueron si no la Catedral, Las Huelgas, la Capilla de los Condestables o en los últimos tiempos el prisma tendido que denominaron Museo de la Evolución Humana?

Con este convencimiento, Francisco Javier, escoltado por sus secuaces, portando el ataúd de la participación ciudadana –barruntaban con perfidia un decreto que eliminaba las preguntas incómodas de los espíritus más inquietos en el Pleno Municipal-, se lanzó a las monótonas rúas donde se extendía su reinado. En su rostro falsamente bonachón se agazapaba el deseo irrenunciable de pasar a la Historia de los Muertos Ilustres reconocidos en el Panteón de los Patricios de la ciudad, quería en definitiva brillar con luz propia. Hasta el momento, y a pesar de su gran batacazo, seguía sintiendo en su nuca el gélido aliento del Gran Amortajador de la ciudad, el Padrino Innombrable, propietario de la Hoja Parroquial donde aparecían las esquelas, últimamente algo afectado por unas malas inversiones realizadas en unos camposantos que incluían aeropuerto, tirando al mediodía. Ya se sabe que algunos prohombres se han proyectado en el progreso, en el ascenso propio sostenido por las generosas aportaciones públicas en recalificaciones multimillonarias de ducas, o nichos, de la mano de esbirros como nuestro amado Francisco Javier y sus acólitos.

Francisco Javier tenía que mostrar mano de hierro y obsesión enfermiza en su MAUSOLEO ARENA, con su techo rotatorio y el mejor mármol jaspeado, las lápidas más memorables, siempre a mayor gloria de la Vanidad, pero también al servicio de los Amos, demostrando eso sí, que se puede ser más papista que el Papa y avanzar en la agenda dictada por los Sepultureros de la Construcción…

(Continuarán las Crónicas del Ayuntamuerto …)
 
En Burgos, a catorce de abril de 2012

Lucas Mallada
                   
PD.: Reconocemos humildemente cierta inspiración en el ambiente de la novela creada por Óscar Esquivias: “La ciudad del Gran Rey”, que sus lectores podrán percibir fácilmente.


[1] Se denomina “Generación Baeza” a aquellos militantes de determinado partido de gobierno de Burgos, que sin más experiencia laboral que la propia militancia y los cargos que les iban asignando a medida de su fidelidad desde el propio partido se vieron encumbrados a puestos de auténtico poder municipal, tras el descalabro de la candidatura de su partido propiciada por el denostado Baeza, un huracán deslenguado y venenoso que barrió a una generación de fachillas veteranos para propiciar la llegada de estos arribistas ambiciosos.